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La madeja de este caso comenzó a desenrollarse en la madrugada del pasado sábado 29 de marzo. Personal de la brigada de Hurtos de la Seccional 1ª de Maldonado estaba haciendo patrullaje preventivo por la ciudad cuando notaron a un muchacho que iba en una moto Baccio modelo PX, con motor de 110 centímetros cúbicos de cilindrada.

Esa moto es una de las más codiciadas por quienes se llevan cosas que no son suyas, y la hora de la madrugada en que estaba pasando, 04:00 horas, les dijo a los efectivos que valía la pena ver de qué se trataba.

CORAZONADA EFECTIVA

Detuvieron la marcha del muchacho y pronto supieron que la corazonada había rendido frutos. Cuando le pidieron los papeles de la moto, no los tenía, y cuando le preguntaron de dónde había sacado un vehículo tan lindo, empezó a entregar respuestas evasivas.

Los efectivos finalmente le acorralaron en ese primer interrogatorio hasta que el joven admitió que acababa de apropiarse de ella. La respuesta disparó su condición de indagado a la de acusado, y también su traslado a la comisaría para ser identificado.

En sede policial del centro de Maldonado se identificó al detenido como J.G.R., de 19 años de edad, alguien que no tenía registro de haber cometido delito alguno anteriormente.

Se avisó a la juez en lo Penal de 10º turno, la que en las últimas horas dictó el procesamiento de J.G.R. como autor de un delito de hurto agravado por la exposición al público, por necesidad o costumbre, en el grado de tentativa.

Teniendo en cuenta la calidad de primario absoluto del acusado, la juez dispuso que J.G.R. no pierda su libertad ambulatoria, pero se la acotó a cumplir arresto domiciliario nocturno (desde la puesta del sol, hasta su salida al día siguiente), por el lapso de 60 días. J.G.R. firmó un protocolo de que es consciente de que si incumple la orden podrá ser imputado de desacato.

AGRAVANTE

La figura elegida por la juez para este procesamiento está prevista en el Código Penal, artículo 341, el que establece una serie de agravantes al delito cometido, en este caso, el hurto.

El inciso 5º de ese artículo establece como agravante que “se cometiera sobre cosas existentes en establecimientos públicos o que se hallaren bajo secuestroo expuestas al público, por la necesidad o costumbre o destinadas al servicio público, o de utilidad, defensa, reverencia o beneficencia públicas”.

Seguramente J.G.R. no supo que el robo de la moto bajo que realizó, ubicado por la juez en esas características agravantes, le ponen ante la posibilidad de tener que purgar una pena “de 12 meses de prisión a ocho años de penitenciaría”. Ahora sí sabe que no fue un robo cualquiera el que cometió.