Michael Pistone dijo que no se inspeccionó la obra del Museo de Arte de José Ignacio y que hubo obreros peruanos trabajando en condiciones “pésimas”.
El Sindicato Único de la Construcción y Afines (Sunca) denunció ante el Parlamento que faltan inspecciones en obras de barrios privados de Canelones y Maldonado por parte del Ministerio de Trabajo (MTSS) y del Banco de Previsión Social (BPS), y señaló que en la construcción del Museo de Arte de José Ignacio hubo trabajadores peruanos que trabajaron en condiciones “pésimas” y a los que se les intentó pagar menos de lo que correspondía por jornal.
Una delegación del Sindicato Único de la Construcción y Anexos (Sunca), concurrió a la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados a plantear distintos problemas vinculados con el sector. En ese ámbito, el dirigente Héctor Abad -secretario de Seguridad e Higiene- planteó que hay “preocupación” en el sindicato por el aumento de accidentes laborales fatales. “De lo que va del año, 37 trabajadores han perdido la vida a nivel nacional y de esos 37 hay 13 que eran trabajadores de la construcción. El año pasado, el 2024, fue uno de los picos más altos de siniestralidad en los últimos tiempos, porque hubo más de 40 mil trabajadores que fueron al Banco de Seguros del Estado y un 15 % pertenecía a nuestro sector, al sector de la construcción”, agregó.
Abad señaló que hay falta de fiscalización en la normativa y en ese sentido reclamó un aumento en la cantidad de inspectores del MTSS. El dirigente sindical dijo que hoy el Ministerio cuenta con 86 inspectores cuando debería haber más de 150.
A su turno, Michael Pistone – secretario de Vivienda y secretario general del Sunca Maldonado- advirtió que a esos problemas se suma la informalidad en el sector de la construcción. “Hoy por hoy estamos visualizando que ha aumentado la siniestralidad y en paralelo también ha aumentado la informalidad”, explicó Pistone.
El dirigente sindical lamentó las demoras del MTSS en concurrir a algunos lugares de trabajo donde hay “incumplimientos realmente graves”. “Para poner un ejemplo: muchas veces hacemos una denuncia donde hay un riesgo de vida, donde muchas veces ni siquiera tenemos organización sindical por el miedo que hay a perder la changa. Hacemos la denuncia un lunes, llegamos al viernes y todavía los inspectores del MTSS no han aparecido en ese centro de trabajo. También venimos denunciando la informalidad donde muchas veces aparece o se presenta el inspector del Ministerio y la empresa declara que tiene cuatro trabajadores en una obra que físicamente es imposible hacer con cuatro trabajadores, y ese día no convocan al resto de nuestros compañeros”, agregó.
Pistone planteó, además, que en los controles en obras de complejos privados, los inspectores notifican a las empresas que van a concurrir. “Eso le viene sirviendo como herramienta a parte del sector empresarial, que incumple con las normativas y que violenta los derechos, para alertar a estos empresarios incumplidores. Eso tiene como consecuencia, que cuando llega el inspector del MTSS no está ninguno de los compañeros que generalmente están en esa obra y no están en las condiciones que deberían estar”, explicó.
Ante el planteo de Pistone, el diputado frenteamplista Daniel Diverio (exobrero de la construcción y exdirigente del Sunca) preguntó qué incidencia tienen el MTSS y el BPS en los controles de informalidad e inspecciones en barrios privados de Canelones y Maldonado.
Pistone respondió: “Nosotros tenemos una problemática grande en lo que tiene que ver con los complejos privados, porque hay en algunos departamentos como Maldonado que los tienen como propiedades horizontales. Entonces, generalmente a nosotros nos filtran hasta la portera de esos complejos cuando muchas veces las obras están a 10 o 15 cuadras de la portera, y nos hacen esperar como sindicato”.
“El problema que hay en este caso -y es el problema que nosotros hemos alertado desde hace un tiempo- es que si nosotros no hacemos el relevamiento previo, porque algún compañero nos alerta de esa situación o nos traslada que está atravesando una situación de esas características, y si nosotros no denunciamos como movimiento sindical, me atrevería a decir que más del 90 % de esas obras que se realizan en esos complejos no tienen ni han tenido inspecciones por parte ni del MTSS ni del BPS”, agregó Pistone.
Por otra parte, el secretario general del Sunca Maldonado planteó una situación que, según dijo, ocurrió en José Ignacio. “Nos pasó el año pasado con compañeros de nacionalidad peruana que venían a colocar piedra en el Museo de Arte de José Ignacio, una obra 100 % visible, de la empresa Pablo Monsuárez, que también es conocida. Nosotros ahí constatamos que los compañeros que deberían ser oficiales finalistas estaban todos como categoría 4, con el mismo mecanismo: cinco jornales por mes desde junio, porque cada vez que nosotros íbamos sacaban a los compañeros de esa obra. Estábamos a diciembre y esos compañeros tenían esos cinco jornales aportados todos los meses y era una plantilla de más de 20 obreros”, dijo el dirigente.
“Gracias a la organización sindical y a la unión entre nosotros, los trabajadores, logramos que esos compañeros de nacionalidad peruana cobraran de manera retroactiva todos sus salarios y les hicieran los aportes, pero solamente porque logramos organización sindical en ese centro de trabajo. Si no hubiera sido así, lo que hubiese pasado era que el 13 de diciembre se entregaba la obra, se inauguraba el museo y los compañeros el 15 de diciembre estaban en Perú sin enterarse de que habían sido violentados sus salarios, porque acá se les estaba pagando US$ 40 por día, siendo que la industria de la construcción y en esa zona, en aquel momento, el jornal de la categoría que tenían los compañeros debería haber sido -si lo pasamos a dólares- alrededor de US$ 110 por día. Es decir que, inclusive, había una apropiación del salario de nuestros compañeros”, agregó.
Pistone dijo que se trató de una obra que tenía “propaganda por todos lados” a la que “nunca” concurrió el MTSS a controlar. “Las condiciones de trabajo también eran pésimas por las costumbres que se quería imponer a los compañeros de que trabajaran como lo hacen en Perú, donde muchas veces no tienen las condiciones que tenemos acá, en el marco la normativa uruguaya, a raíz de las conquistas que logramos como movimiento sindical”, agregó.
Foto: PIT-CNT