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La señora Núñez dijo que se encontró con Morales "frente a frente, (iba) con mis hijas, en pleno 18 de Julio; mire, no le dije nada porque iba con mis dos hijas; si yo hubiese ido sola hubiera pasado cualquier cosa".

Afirmó que siente "una impotencia de verlo suelto y de ver que el tipo anda disfrutando, porque anda en la calle, andaba en la calle".

REINCIDENCIA
El 14 de noviembre de 2007, Morales entró a robar un consultorio odontológico frente a la Seccional 2ª de policía de San Carlos. Silveira advirtió lo que estaba pasando y salió detrás de Morales, que se ganó por los techos de unas viviendas. Cuando Silveira lo alcanzó, se trabaron en lucha y Morales consiguió arrebatarle el arma de reglamento, con la que le efectuó dos tiros en la boca provocando su posterior fallecimiento.

Morales fue condenado en 2007 por lesiones agravadas, recordó la señora Núñez, y atestiguó que en aquel momento le habían asegurado a ella que el homicida debería purgar 15 años de cárcel.

En los últimos días hubo un asalto a una pizzería de San Carlos. Las cámaras de seguridad del local mostraron que el autor había sido Morales. El caso fue confirmado por el personal periodístico de FM Gente y comentado al aire, subrayando la aparente incongruencia de que estuviera libre siete años después de haber recibido la condena.

La señora Núñez llamó a la radio y ofreció su testimonio sobre lo que está viviendo. "Yo quisiera que alguien me explique por qué este muchacho estaba con salidas transitorias desde el verano", sorprendió de entrada.

"Desde el verano él (Morales) andaba paseando por Punta del Este, haciendo playa con la familia de él, y en San Carlos 50 mil veces me lo he cruzado", atestiguó.

Sostuvo que "no sé por qué le dieron tan poco tiempo si apenas hace siete años que Miguel falleció".

"A mí Eduardo Martínez me dijo en ese entonces que si Miguel fallecía le iban a dar 15 años de cárcel, y resulta que no, porque este (Morales) desde el verano anda paseando acá en San Carlos", insistió, entre la perplejidad y el dolor.

Reiteró, como tratando de convencerse a ella misma, que "desde el verano, desde enero, anda en San Carlos paseándose por todos lados, estuvo por Punta del Este, se pasea por el centro de San Carlos por todos lados".

ME DIERON LA ESPALDA
La señora Núñez compartió otro aspecto de su dolor: "Yo fui a abogado y nadie me quiso llevar el caso, como que me dieron la espalda, recién ahora pude ubicar a una abogada".

"Yo a la policía no, no, jamás (le) pedí (nada); yo comenté solo con un abogado de la policía que ya no está, solamente con esa persona, le informé lo que quería averiguar, y me dijo que no, que él no podía ayudarme, que buscara a un abogado por fuera, me dijo", contó en claro tono de denuncia.

Y volvió a otro punto del caso que remueve el dolor por la pérdida de su compañero: "No sé por qué lo procesaron por lesiones agravadas, y el tema fue que le pegó dos tiros en la boca; no entiendo esa parte, por qué le dieron tan poco tiempo", dijo, como castigándose por no poder entender eso.

Cuando desde la radio se le insinuó que la carátula del caso había sido cambiada a homicidio cuando su esposo murió, la señora Núñez respondió con un razonamiento: "Pero si fuera (que le condenaron) por homicidio, el tipo no podría tener salidas transitorias (como tiene ahora), porque sino qué, ¿salimos todos a matar a la calle y no pasa nada?"

"Anda a calle, una cosa de no creer", remató la señora Núñez, pero volvió a la reflexión: "La carátula nunca la cambiaron, se ve que nunca la cambiaron, porque si la hubiesen cambiado el tipo no podría andar en la calle como anda", concluyó.

Cuando se la consulta si había reclamado algún tipo de protección patrimonial o de seguridad por la muerte de su esposo, la señora respondió que "no, no, nada; las pensiones de mis hijos y después más nada.

"Tengo dos hijas, una ya va a cumplir 10 años, y Victoria que tenía dos meses cuando pasó eso, cumplió ocho años, el 31 de agosto cumplió ocho años", comentó, como subrayando que no es ella sola quién lleva la carga de la muerte de su esposo el resto de su vida.

NO LO TRAJERON
Teóricamente, Morales está cumpliendo condena en Montevideo por el asesinato del agente Silveira. Esta semana el Instituto de Rehabilitación debía meterlo en una camioneta y traerlo a Maldonado para declarar en un juzgado por el asalto a la pizzería de San Carlos, pero no lo hizo porque carecía de locomoción. La audiencia fue postergada para la próxima semana.

La señora Núñez deslizó en este punto, que Morales "dos semanas antes de que pasara eso con Miguel, él le había robado una cartera a una señora en el teatro de verano, en 2007, también", como consolidando la idea de que se trata de un hombre que no muestra intención de salir del camino del delito.

"Entonces lo dejaron libre, no sé por qué no lo metieron preso, no entiendo", dijo Núñez aludiendo al robo de la cartera, tal vez, pensando que si lo hubieran metido preso por el robo del monedero, hoy su esposo estaría vivo.

Y remató con que "yo voy a hacer lo que tenga que hacer, quiero justicia de verdad, no chistes de estos, no, yo hasta que no vea justicia no voy a parar; quiero rever el caso, quiero que le den más condena, por lo menos, 15 años como me dijeron a mí" que le iban a dar por la muerte de su esposo.