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Bango ofreció antedecentes del proyecto que, enfatizó, apunta regular y no "legalizar" la venta de marihuana. Dijo que es necesario para desestimular el negocio del narcotráfico, al que se le "construyó" una demanda cuando se permitió consumir libremente marihuana pero se penalizaron los mecanismos para adquirirla.

También manifestó la necesidad de regular el consumo, del mismo modo que se hace con las otras tres drogas de mayor consumo masivo en Uruguay: alcohol, tabaco y psicofármacos, en ese orden.

El proyecto se realiza desde "un enfoque de reduccion del daño que genera el consumo abusivo de las drogas. Es necesario desde la política sanitaria tener respuestas que minimicen los daños que ese consumo abusivo genera", señaló Bango, quien afirmó que en los últimos años aumentó el consumo de marihuana y se hace cada vez más abusivo.

Admitió que la marihuana provoca daños físicos, sicológicos -como las restantes drogas- y que es una sustancia nociva. "Este proyecto no se fundamenta en decir que la marihuana hace bien. Queremos darle un tratamiento similar a las otras drogas que están habilitadas para consumir y que también hacen daño", indicó.

Bango enfatizó que el proyecto es producto de un profundo estudio, hecho con mucha seriedad, y está siendo sometido a expertos en todos los órdenes de esta problemática.

Presente en el encuentro, el diputado colorado Jorge Schusman (suplente de Germán Cardoso) manifestó su postura contraria al proyecto y la fundamentó en los efectos físicos y sicológicos de la marihuana en los consumidores.

En la misma línea se expidió Gabriel Irigaray, coordinador de las comunidades Beraca en Maldonado, para quien la propuesta será una puerta de entrada al mundo de las drogas y un camino hacia el consumo de pasta base.

(producción: M.Princesa Arévalo, corresponsal en Zona Oeste)