Lágrimas, abrazos, gritos catárticos parecidos a los que se oyen en una cancha de fútbol cuando se gana el Mundial, emoción inmensa. Fue lo que se palpó desde temprano en la llamada “Plaza de los Rehenes”, que se llenó como nunca para un momento que marcó un antes y un después en la historia de Israel: la liberación de los rehenes aún vivos en Gaza, algo que hizo resucitar la esperanza del fin de la guerra", escribió la periodista Elisabetta Piqué al iniciar su crónica para el diario La Nación de Buenos Aires.
Algunos sacaban afuera toda la angustia y lloraban abrazándose a familiares. Había personas de todas las edades, muchísimos chicos, bebes, ancianos, sacándose fotos y selfies mientras los locutores anunciaban, en dos tandas, que los chicos habían vuelto a casa.
Muchos llevaban remeras amarillas y negras con la leyenda que hizo historia, “bring them home” (tráiganlos a casa), y que se oía en los cantos, aunque algunos ya tenían otras nuevas que celebraban que ellos, los rehenes, “ya habían vuelto a casa”.
Todos lloraban porque los rehenes no eran números, sino personas con nombre y apellido -todos varones y la mayoría muy jóvenes-, que en estos más de dos años se volvieron como hijos, hermanos, vecinos, primos, de la población. En la plaza todos sabían perfectamente quién era quién cuando iban gritando los nombres de quienes integraban las dos tandas liberadas. Todos sabían en detalle qué hacían, sus historias, en cuál kibbutz vivían, si habían estado en el Nova Festival, sus amores, de qué equipo de fútbol eran hinchas.
Mientras en Tel Aviv las noticias se centraban en la primera tanda de rehenes liberados, un llamado inesperado conmovió a Silvia Cunio, madre de los jóvenes de 28 y 34 años, secuestrados el 7 de octubre de 2023 durante el ataque de Hamas al kibutz Nir Oz.
“No escuché nada, pero los vi, y eso fue suficiente para sentir una felicidad descomunal”, contó la mujer al sitio israelí Walla, emocionada, al confirmar que había podido ver a sus hijos por primera vez en casi dos años.
“Los veo perfectamente bien, pensé que estarían peor”, añadió la mujer. “Es imposible describir todo lo que estoy viviendo. Ya estoy esperando para darles el abrazo y el beso más grandes del mundo”, dijo Silvia, quien contó a los medios israelíes que al principio no respondió la llamada porque no reconoció el número.
Ruthy Cunio, tía de los rehenes liberados, también habló de la inesperada llamada. “Estamos muy bien, muy contentos, esperando, esperando”, contó y agregó que Esther, la abuela de la familia que también estuvo a punto de ser secuestrada ese día, pero una referencia a Lionel Messi logró frenar a los terroristas, los estaba esperando ansiosa.
Según informó la Radio del Ejército de Israel, los terroristas de Hamas devolvieron sus teléfonos a Ariel y David para que pudieran llamar a su madre.
A las 10.55 hora local, la voz de una locutora resonó en los altoparlantes de la Plaza de los Rehenes, en Tel Aviv, donde miles de personas seguían en vivo las operaciones de rescate: “Todos los rehenes vivos están libres”.
El mensaje desató un estallido de aplausos, lágrimas y abrazos.
Más tarde se conoció un video del momento de la liberación de los hermanos Cunio, en los que se veía animados, y más tarde, otro del reencuentro con su familia, entre llantos y abrazos.
El secuestro de los Cunio ocurrió en la madrugada del 7 de octubre de 2023, en el kibutz Nir Oz, en el sur de Israel, una de las comunidades más castigada por los terroristas de Hamas.
Esa noche, Silvia Cunio había reunido en su casa a veinte familiares, incluidos sus hijos, nueras, nietos y otros parientes. Todo comenzó a las 6.30 de la mañana (hora local), cuando sonaron las alarmas que alertaban sobre el ataque. Fue Ariel, su hijo menor, quien advirtió al grupo familiar por WhatsApp que había terroristas dentro del kibutz. Desde diferentes lugares, los mensajes llegaban: “Están disparando contra la casa”, “están adentro”, “están rompiendo la puerta”.
Silvia y su esposo permanecieron encerrados durante siete horas en una habitación-refugio, mientras afuera se escuchaban disparos y los atacantes intentaban entrar. Cuatro veces trataron de forzar la entrada al cuarto donde la pareja se resguardaba. Aunque la vivienda de Silvia no fue incendiada, sus hijos sí enfrentaron una decisión límite: quedarse y arriesgarse a morir por asfixia junto con sus seres queridos, o salir y exponerse a los atacantes.
De los veinte miembros reunidos esa noche, ocho fueron secuestrados. Con el paso de los meses, algunos lograron volver a salvo en distintas tandas de liberación, hasta este lunes, cuando David y Ariel Cunio volvieron a Israel.
Sharon Cunio, la mujer de David, había sido liberada con sus mellizas Emma y Yuli en noviembre de 2023, cuando las niñas tenían tres años. En el caso de la novia de Ariel, Arbel Yehud, ella volvió a Israel en enero este año tras pasar casi 500 días secuestrada.
David Cunio es actor y debutó en el largometraje Youth, estrenado en 2013 en el Festival Internacional de Cine de Berlín. Su hermano menor, Ariel, también residía en Nir Oz, y había regresado poco antes del ataque de un viaje por países de América Latina junto a su pareja.
La liberación de Eitan Horn
Eitan Horn, de 38 años, trabajaba en programas de acompañamiento y educación juvenil. Residente en la zona de Kfar Saba, fue secuestrado mientras visitaba a su hermano Iair, quien fue liberado en febrero pasado. Este lunes finalmente se volvieron a encontrar, según se vio en un emotivo video en el que se los veía abrazándose.
En el caso de Horn, la imagen de la videollamada que recibió la familia fue impactante porque además de él, en la pantalla aparecía un terrorista con la cara cubierta, según relataron desde su entorno.
“Tras 738 largos y difíciles días de cautiverio en Hamas, Eitan regresa a casa. Ahora nuestra familia núcleo está completa. Hoy, Iair, liberado en febrero de 2025, por fin puede respirar y sentirse verdaderamente libre“, señaló la familia a través de un comunicado.
“Lo esperamos con abrazos y mucho amor, y lo acompañaremos durante todo el proceso de recuperación. Estaremos a su lado todo el tiempo que sea necesario, y le recordaremos cuánto luchó la sociedad israelí por él y por todos los rehenes”, dice el texto.
La familia Horn hace una mención especial a la ausencia de los cuerpos de los 28 rehenes muertos que todavía no fueron entregados a Israel. Según el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas, solo cuatro volverán a su país hoy, a pesar de que todos debían regresar como parte del acuerdo.
“Lo esperamos con abrazos y mucho amor, y lo acompañaremos durante todo el proceso de recuperación. Estaremos a su lado todo el tiempo que sea necesario, y le recordaremos cuánto luchó la sociedad israelí por él y por todos los rehenes”, dice el texto.
La familia Horn hace una mención especial a la ausencia de los cuerpos de los 28 rehenes muertos que todavía no fueron entregados a Israel. Según el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas, solo cuatro volverán a su país hoy, a pesar de que todos debían regresar como parte del acuerdo.
“Pero nuestros corazones no están completos, y nuestra lucha no ha terminado. Eitan ha regresado, pero no es suficiente. Solo cuando regrese el último rehén podremos decir que hemos cumplido con nuestra misión y obligación moral. Solo después de traer de vuelta al último rehén podremos comenzar el proceso de recuperación y reconstrucción de nuestro amado país”, dice el comunicado.
(Fuentes: La Nación BA y Agencias AP, AFP y ANSA)