Pablo Laurta llegó a Argentina en canoa por un paso clandestino y ahí habría abordado el remise
A medida que pasan las horas, los detalles relacionados con el doble femicidio cometido por el uruguayo Pablo Laurta son más aterradores. El asunto ocupa un lugar central en medios argentinos, que en las últimas horas dialogaron con la madre del hombre de 39 años que, entre llantos, dijo que se encuentra “desgarrada” y que no puede creer “que haya parido a un asesino”.
“Hoy mi nieto está solo en el mundo, está sin su mamá Luna, sin su abuela la Beli, como le decía él, sin su padre que las asesinó cruelmente. Estoy deshecha. Realmente no puedo creer que yo haya parido a un asesino. No es la persona a la que yo crié. Yo no tenía relación muy buena con mi hijo por parte de él. Yo estoy separada de su papá desde que el tenía 22 años. Estoy sola, vivo en Canelones. Estoy más que desgarrada porque mi nieto es todo, lo único que quiero es que él esté bien y más ahora. ¿Cómo se le explica algo así, tan terrible?”, djio Estrella, madre de Laurta.
El portal Infobae informó hoy que Laurta habría ingresado al país por un paso clandestino ubicado inmediaciones a Puerto Yeruá, a la vera del Río Uruguay, a unos 600 kilómetros de la ciudad de Córdoba. Según las fuentes citadas por ese medio recorrió los 800 metros que separan los dos países en canoa y ahí se dirigió en auto hasta Concordia donde se encontró con el remisero Martín Sebastián Palacios, como muestra una cámara de seguridad. Palacios está desaparecido desde ese día y su teléfono celular no tiene señal.
En la noche del sábado, Laurta llegó al domicilio de su expareja en Córdoba. La asesinó a ella y a su exsuegra y se llevó con a Pedro, el hijo de cinco años que tenía con la mujer. La expareja de Laurta lo había denunciado en reiteradas ocasiones por violencia contra ella y contra el menor. De hecho, fue por esa causa que decidió volver a su país natal y dejar Uruguay, donde residía con Laurta.
Un intenso operativo policial que se desplegó el mismo sábado permitió encontrar al día siguiente a Laurta y a su hijo desayunando en un hotel de Gualeguaychú. El hombre esperaba un taxi para cruzar a Uruguay. Según las autoridades, de haberlo logrado hubiera sido muy difícil encontrarlo.
Laurta era un activo integrante del grupo Varones Unidos, una organización crítica con la ley de violencia de género y en distintas oportunidades concedió entrevistas hablando del tema.
Entre los objetos de Laurta hallados en el hotel se encontró la billetera del remisero que aun permanece desaparecido. En tanto, el coche de Palacios apareció prendido fuego cerca de una ruta cordobesa.
En las últimas horas, efectivos policiales encontraron un cuerpo desmembrado en una zona cercana de un arroyo en Concordia, cerca de donde Laurta tenía previsto encontrarse con Palacios, y ahora trabajan para definir de quién se trata. El cuerpo no tiene cabeza ni extremidades, por lo que se esperan los estudios de ADN y el reconocimiento de los tatuajes para ver si es Palacios.
Distintas fuentes citadas por medios argentinos señalan que en cámaras de seguridad de las rutas se vio en algunas oportunidades a Laurta conduciendo en solitario el coche de Palacios, incluso mientras cargaba combustible en una estación de servicio.