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“Por suerte ayer se logró firmar el acuerdo entre intendencia y ALUR; este es un proyecto que surgió por inquietud propia y de varios vecinos”, se presentó García en FM Gente.

Agregó que “el aceite (para cocinar) generalmente uno estaba acostumbrado, como antes pasaba, a tirarlo en el wáter, tirarlo en el desagüe, porque no sabíamos qué hacer”.

“Con la ayuda de Internet y de mucha información que hay en el mercado siempre se escuchó que se podía reciclar ese aceite, que se podía llegar a quemarlo como combustible”, avanzó.

MAESTRO COMUNITARIO INVESTIGA
García dijo que “empezamos a investigar hasta que encontramos la posibilidad de fabricar biodiesel desde frituras; lleva un proceso más grande, más largo, el filtrado y la elaboración de ese biodiesel, que de hacerlo de productos vírgenes, como se está haciendo por ejemplo en ALUR”.

“O sea, la empresa ya estaba enmarcada en el reciclado y fabricación de biodiesel; apenas supo la noticia se interesó muchísimo por tratar de reciclar y dar una mano” a esta idea surgida de Piriápolis, afirmó.

Opinó que “como siempre, también, la intendencia, al tirarle la propuesta encantados de la idea y a tirar para adelante y sumar y que las cosas se puedan hacer ambientalmente y entre todos”.

“Todo esto surgió en la colonia escolar de Piriápolis, muchos la conocen como la Colonia de Vacaciones, pero en realidad no vienen de vacaciones sino que vienen a trabajar mucho más de lo que trabajan en el año, los gurises”, expuso. García figura en algunas publicaciones como “maestro comunitario” de la Colonia de Vacaciones de Piriápolis.

CON LOS ALUMNOS
García contó que empezó a pedirle a los alumnos de la colonia que “ese tipo de aceite lo empezaran a guardar, a juntarlo en tarros y que nos lo dejaran porque queríamos hacer biodiesel”.

“Y bueno, ese fue el puntapié inicial donde juntamos el aceite, la directora se recolgó con el proyecto, lo escribió, fue la que se tomó horas y horas para poder escribir y mandarlo, de lo que se va a hacer y cómo se hace”, contó.

Dijo que “lo impulsamos como prueba piloto para que surgiera en Piriápolis. ¿Por qué en Piriápolis? Porque hace muchos años que Piriápolis es como algo sustentable desde varios tipos, hay muchas cosas que funcionan por sí solas y por las características de la población y de la gente que hay”.

CALEFÓN VIEJO Y LAVARROPA USADO
García dijo que “se recolectó el aceite, se empezó a reciclar, empezamos a estudiar cómo se reciclaba, cómo se podía llegar al biodiesel, logramos la mezcla que ya se la voy contando”.

“Se junta el aceite usado de frituras, se pasa por varias mallas y filtros para sacarle restos de comida, de pan rallado, de todo lo que se ha usado para cocinar, se decanta, (y) se levanta una temperatura con un reactor”, manifestó.

Agregó que “capaz que a todos les suena muy feo la palabra reactor, pero en realidad es un calefón que encontramos tirado con una resistencia, y levantamos a 60 grados la temperatura del aceite que es lo que necesita para poder fluir, para hacerse liviano y fluir por el sistema”.

“A eso le adaptamos una bomba de agua de lavarropas usada, que estaba tirada; lo que hicimos con ese lavarropas fue volver a circular ese aceite, porque lleva en 10 litros de aceite 200 gramos de soda cautica”, indicó.

HASTA JABÓN DE GLICERINA
García siguió exponiendo: “La soda cautica, que usualmente lo vemos y pensamos que es para limpiar sistemas de saneamiento u otro tipo de cosas, eso hace una reacción con el aceite y separa, ya genera un biodiesel con glicerina”.

“O sea que aparte de poder generar combustible con el aceite usado, estamos sacando jabón; nos queda un resto, entre un 15% y un 17% de glicerina para poder usarlo como jabón, que la idea final es seguir usando eso y hacer los jabones con lo que se van a lavar, a higienizar los gurises de la colonia”, redondeó el proyecto.

Pero propuso seguir “con lo del biodiesel: se presentó, se empezó a hacer en bidones y en tarrina estacionario hasta que lo pusimos en nuestros vehículos, eran camionetas, y el año pasado por un tema personal de tratar de conocer y viajar salí al país a recorrer en camioneta, tipo motorhome y salí con biodiesel”.

“Recorrí Uruguay y crucé hasta Argentina con las tarrinas de biodiesel que hicieron en la colonia escolar; eso fue una anécdota, la directora muy bien explica en el proyecto como fue llevado a cabo, como se pudo salir del país, cómo viajó, los inconvenientes que hubo en el filtrado, como meterlo: anduvo bien”, definió.

García contó cómo ALUR se interesó para poner en marcha el proceso, y cómo se proyecta poder usar ese combustible para alimentar los tanques de las ambulancias de ASSE en Piriápolis, y hasta crear un servicio de emergencia móvil prácticamente sin costo de combustible para el Estado.

Además de otros detalles del proyecto, que contó en torrentada, García pasó aviso, al final de la entrevista, que Piriápolis ofrecerá este año en la rambla agua caliente gratis para el mate de los turistas que vayan a disfrutar de la peatonal que se inaugurará. Dijo que los expendedores usarán células solares para calentar el agua a 80 grados centígrados, la temperatura ideal para tomar mate.