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“Yo siempre dije que si alguna vez me apuntan con un revólver se lleven la plata, porque plata hay mucha y vida hay una sola. Pero es de boca. En el momento es totalmente distinto a lo que uno dice”, admite Arteta a FM Gente, aún reponiéndose de las heridas que le provocaron dos balazos en la clavícula y en el hombro.

El comerciante de 70 años recordó a la emisora que aquella madrugada estaba cerrando su negocio, tras la reciente salida del último cliente que iba a la parada a esperar un ómnibus a Punta del Este. Recién había cerrado las cortinas azules “para que no se vea para adentro” y se aprestaba a apagar las luces, en el fondo del local, cuando sintió que llamaban a la puerta.

“Siempre viene alguno por una cerveza, una coca-cola o cigarros y atiendo. Cuando corro la cortina y veo, había una persona normal. No tenía cara fea o rara, y abro”, rememora. No tuvo tiempo a reaccionar. Un joven le dio un culatazo que lo arrojó al piso y cuando pretendía incorporarse recibió otro más.

“Pará, le estás pegando a un viejo de 70 años”, le suplicó. “Te quedás quieto o te mato”, escuchó como respuesta. Otro hombre ingresó al local y fue directo a la caja registradora , mientras el primero arrastró al comerciante, lo tiró “como una bolsa de papas” en el fondo del establecimiento y también salió a buscar dinero.

“Junto a la pileta donde pongo los vasos a secar tengo un revólver. Cuando voy a manotearlo se dan cuenta y se me vienen y me pegan un tiro a un metro y medio. Nos trabamos en lucha y me pegan un tiro más. Yo tiro un tiro y ellos salen corriendo”, narra Arteta. “Les tiro dos o tres tiros más”.

Los delicuentes huyeron en estampida. El primero se tiró contra la puerta de vidrio y, al hacerlo, se cortó el tendón de Aquiles. El otro, que iba detrás, abandonó el arma sobre el mostrador y también fugó. “Y eso fue”, comenta, con una tranquilidad sorprendente.

Pese a la terrible experiencia, Yiyo volverá a abrir su negocio de comidas en setiembre próximo. Primero tendrá que reponerse de la fractura de clavícula que le provocó una de las balas, dice. Después, reabrirá “sin ningún miedo”. “No tuve miedo en aquel momento, menos voy a tenerlo ahora”, afirma.

Sin embargo, no sabe cómo reaccionaría si volviera sucederle una experiencia similar. “Yo siempre dije que si alguna vez me apuntan con un revólver se lleven la plata, porque plata hay mucha y vida hay una sola. Pero es de boca. En el momento es totalmente distinto a lo que uno dice. Es el momento, no sé cómo reaccionaría si me vuelve a ocurrir. Capaz que salgo corriendo y me voy. Pero el momento es el momento, yo estaba equivocado: mi otro yo superó a lo que decía antes”, confiesa.

En cualquier caso, dice que si la Policía le entrega su revólver seguirá teniéndolo en el local. Uno de los delicuentes que lo atacó fue preso este viernes 2, junto a otros cuatro que ya estaban procesados de semanas atrás por haber entregado y asistido en el robo. El segundo rapiñero está identificado y prófugo.
mr

(producción: Fabián Sánchez)