La Asociación Dr. Enrique Pérez Morad fue puesta en marcha esta jornada en una asamblea pública. La viuda del médico y político, Mary Araujo, realizó una convocatoria a la población de Maldonado para incorporarse a la iniciativa y comprometerse en la contención de quienes más lo necesitan. El doctor Moisés Salgado y el ex intendente Oscar de los Santos recordaron a Pérez Morad y destacaron la enseñanza que dejó su experiencia de vida.
“Sí, es el año de la partida de Enrique pero también poder celebrar esta fecha tan difícil para nosotros en lo personal y para nuestra familia con la creación y con el nacimiento de algo nuevo que va a ser (destinado) a la solidaridad”, dijo Araujo.
Pero de inmediato rescató el motivo de regocijo: “Que cada uno desde nuestro lugar y desde nuestro conocimiento, (con) nuestra vocación de servicio podamos ayudar a otro, no deja de ser un motivo de celebración”, aseguró.
“A todo el mundo que quiera participar de esta asociación en el próximo mes, en este mes, en el teléfono…, yo voy a dar el mío 099 513131 para poder hacerse socios fundadores”, invitó.
E insistió: “Los invitamos, el que tenga vocación de servicio y un rato para dar o una vocación para dar o un poquito de tiempo para dar, para acompañar a otro en su sufrimiento, en su curación de una enfermedad, estamos recibiéndolos a todos con mucho beneplácito”.
TESTIMONIO DE UN AMIGO
El doctor Moisés Salgado dio su testimonio sobre el amigo: “Lo que me pasó es que en un año perdí dos médicos amigos, y a un amigo político muy importante, y entonces uno ve que hay mucha gente que necesita de un grupo humano que lo apoye, que lo acompañe”.
“Porque el médico a veces puede curar, y somos magníficos, la gente nos felicita y nos dice usted me salvó, pero a veces lo único que podemos hacer como en el caso de Enrique es acompañarlos sabiendo que al fin es uno solo”, contó.
Dijo que estas pérdidas “son esas cosas que a uno le tocan algo allá adentro y bueno, tiene que ayudar a la gente a compartir”.
“Yo creo que esto va a servir a la población de Maldonado, y de fuera de Maldonado si es necesario, a la gente, a sentirse mejor, a compartir sus problemas, a ayudarlos todo lo que podamos”, desafió.
Y convocó “a colaborar con las instituciones de asistencia médica también para que la solidaridad con los pacientes sea mayor y mejor (…) porque el ser solidario con los demás es necesario para todo, y para nosotros mismos sentirnos útiles”.
EL TESTIMONIO POLÍTICO
El ex intendente Óscar de los Santos dijo que “la creación de esta fundación que organizaron sus pacientes y amigos y que vinimos a acompañar y asociarnos, un día muy particular porque no está pero está acá, está siempre”.
“Porque era un tipo así como era en la foto y era en lo cotidiano en sus afectos, muy duro en la discusión cuando tenía que serlo, pero con una extraordinaria calidad y compromiso”, testificó.
Agregó que “aparte de compañero en el gobierno, en la organización, también como médico tengo la imagen de él cuando me operaron, ver la última imagen en un rincón de él vestido de blanco con su máscara, supervisando; terrible tipo”.
“Resolvió irse cuando vio que no podía pelear más, le pidió permiso a su familia y resolvió irse, porque quienes viven con dignidad tienen derecho a morirse con dignidad a seguir viviendo, y Enrique era una masa uniforme de dignidad y de entereza”, opinó.
Sostuvo que “él nació en la Argentina, un tipo con una sólida formación artiguista, conocía más de Artigas que nosotros, era un amante de la Banda Oriental de Artigas y de la construcción del Uruguay”.
“Un tipo de izquierda con una visión progresista, muy abierto, muy amplio para comprender, muy sólido en sus definiciones, y un compañero leal”, aseguró.
Contó que “en los momentos más difíciles del primer gobierno una asamblea en la Cilsa cuando teníamos que bajar las subrogaciones, a las seis y media de la mañana estaba al lado mío marcando la cancha como secretario general”.
Enunció que “ojalá podamos hacer lectura y rescatar lo que él nos enseñó, la coherencia en lo que nos planteó, porque él nunca dejó de discutir pero fue un tipo muy leal en los debates, muy franco, sin dejar de ser fraterno y duro, era muy franco y muy leal, tenía ética para la discusión; ojalá lo podamos recoger todos”.