En diálogo con la Página Central de la Revista de FM GENTE, el senador criticó la actuación de operadores judiciales, alertó sobre la politización en el sistema penal y relató amenazas recibidas durante su carrera.
Zubía se refirió “al arduo tema del respeto de los principios esenciales en materia de procesamientos de militares”. Aclaró que “esto no significa la defensa de militares que pueden haber cometido delito”, sino “la defensa de valores que deben de regir el proceso penal, no importa a quién se le aplique”.
Según el legislador, en los últimos tiempos se ha observado un “decaimiento del respeto hacia esos principios”. Entre ellos, mencionó el principio de inocencia, el debido proceso y el respeto al beneficio de la duda en favor del justiciable: “Los eventos que se juzgan tienen todos entre 40 y 50 años. Han surgido enorme cantidad de problemas probatorios que, a juicio de muchos de los que vamos a exponer, se resuelven de una forma sencilla en contra del justiciable y muchas veces por la condición de militar”.
Cuestionó la actuación de ciertos operadores judiciales: “Creo que no se manejan con la objetividad que debería manejarse”. Agregó que “el fiscal debe mantener en este y en tantos otros casos la objetividad, la parsimonia necesaria para no ubicarse dentro de los grupos que a veces contienden en un proceso penal”.
En esa línea, Zubía sostuvo que “hay personas como operadores que el tema ideológico es con natural visceral a ellos y a veces en la toma de decisiones llegan a esa militancia que no es lo deseable”. Señaló que los casos vinculados a la dictadura “remueven mucho visceralmente a las personas” y que por eso “se hace difícil mantener la calma”. “El magistrado debe estar obligado a mantener esa calma, pero se ve que hay casos donde eso se dificulta”, afirmó.
“La duda tiene que ser reivindicada como ese signo de interrogación que tiene que llevar a los magistrados intervinientes a abstenerse de condenar”, dijo. Y agregó: “La duda no es sinónimo de inocencia, es sinónimo de que no hay los elementos de juicio firme”.
También se refirió a amenazas que recibió durante su carrera como fiscal. “Cientos de veces he sido amenazado en los propios juzgados”, contó. Relató que una de las situaciones que más lo afectó fue una información policial que lo vinculaba a una conversación entre reclusos que “estaban planificando” atentar contra su vida. “Eso moviliza un poco más que la amenaza”, afirmó.
Además, recordó un episodio en Maldonado, donde un indagado rompió el vidrio de un box con el codo, se hirió con un trozo y lo amenazó. “Gracias a Dios, en una época que tenía mejores reflejos que lo que tengo ahora, pude evitarlo”, expresó. Dijo que desde ese día una jueza presente en la escena “cambió su postura” hacia los detenidos.
En relación al combate al delito organizado, Zubía señaló: “No tenemos las respuestas porque no queremos encontrarlas”. Cuestionó la falta de compromiso del poder político con el tema del narcotráfico y apuntó directamente a la falta de autocrítica: “Frente al planteo que yo realicé, de la bancada de gobierno fue enfática la expresión de no, autocrítica no hacemos, miramos para futuro”.
También criticó la “anomia general” en la sociedad uruguaya: “Desde las más elementales faltas tenemos en este momento una anomia, es decir, no hay aplicación de normas”. A esto sumó la falta de estructura judicial y de apoyo económico: “Hoy estamos con una estructura en la Fiscalía de Corte donde hace años que se está por designar al Fiscal de Corte”.