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La dirección de Investigaciones de Maldonado andaba cerca de aclarar el robo de una cartera a una señora en el cruce de Acuña de Figueroa con Bournet, en las proximidades de un supermercado.

Cuando detuvieron a Vera, pronto comprendieron que tenían el caso resuelto: el detenido se hizo cargo del robo de la cartera en el lugar señalado.

Cuando los efectivos preparaban el caso para notificar al juez Penal de turno, se encontraron con la novedad de que la madre de Vera y su novia, eran las responsables de convertir en dinero el producido por ese robo (lo que había en el interior de la cartera de la señora damnificada, incluyendo la misma cartera).

El juez dispuso que le llevaran a la familia de Vera, para revisar el caso antes de decidir s había semiplena prueba para procesarlo a él, a él y las dos mujeres, o a él y una de las mujeres.

Vera fue procesado por un hurto especialmente agravado, un grado menor a la rapiña, donde se utiliza la fuerza física o psicológica sobre la damnificada. El hurto supone que no usó la violencia, que se apropió de la cartera sin ejercer violencia o coacción, pero las características de hurto especialmente agravado supone que no fue un hurto simple sino que se aprovechó de una situación dada. Nada de esto es aclarado por la información policía.

El magistrado entendió que de las evidencias surgían también elementos suficientes como para procesar sin prisión a D.S.R. y K.D.DL. por haber incurrido en receptación, tipificación que caracteriza la acción de recibir uno o más objetos robados o habidos ilegalmente, con la finalidad de sacarle un provecho pecuniario. Una de las dos mujeres es la madre de Vera, y la otra la novia, pero la información policial también omite precisiones al respecto.