Propietario de El viejo marino confirmó que su abogado prepara demandas legales
Interés General 16:00

Propietario de El viejo marino confirmó que su abogado prepara demandas legales

El contador Carlos Marrero, propietario del restaurante El viejo marino, confirmó en FM Gente que su abogado prepara demandas contra los medios y otros actores que hayan incurrido en difamación. Marrero aclaró en una entrevista todo el proceso de un incidente en el que se le acusó de trata de personas por haber traído trabajadores paraguayos. Cabe recordar que el empresario explota en el resto del año un restaurante en Asunción y cierra en verano y se viene a Punta del Este a trabajar.

“El abogado estaba encargado de cubrirnos a nivel legal; en caso de existir posibilidades de tomar acciones tomarlas porque el daño que se nos hizo, moral, fue muy grande”, afirmó Marrero.

Agregó que “recurrimos al doctor Pablo Correa, que está actuando de forma brillante, y dijo que esto es grave porque la verdad es que se difamó, salió la noticia en varios medios que nos han difamado y que han hablado de trata de personas y han hablado de maltrato laboral”.

TODO LO EMPEZÓ REY

Marrero aseguró que después de las inspecciones al restaurante, “salió el señor (Gerardo) Rey (inspector general de Trabajo y Seguridad Social) a manifestar que había una posible trata de blancas, trata de personas”.

“El término trata de personas, estamos hablando de un término muy delicado, compra venta de personas, narcotráfico, proxenetismo, abarca hechos de diferentes delitos”, dijo.

Agregó que “personalmente, cuando salió todo eso a los medios de prensa intenté focalizarme en lo que es el verano, aparte en un momento” clave.

“Estaba por explotar la temporada con una expectativa muy importante, intenté hacerme fuerte junto con mi familia y con mi equipo de trabajo, y no prestarle gran importancia a lo que eran los medios, porque había que trabajar y teníamos 15 días para hacer la temporada”, continuó.

Señaló que “a medida que se fue presentando todo, que seguimos pasando adelante las inspecciones de DGI, ordinarias como siempre, o sea, bien, en buenos términos, de BPS también en buenos términos pero sí a la luz de lo que salió en los medios (…)nos pidieron hasta el certificado del agua, todo, todo”.

Marrero refirió a que después que se publicó afirmaciones de que en El viejo Marino había posible trata de personas, tráfico de personas, los inspectores que llegaron después lo hacían con una visible animosidad.

“Haciendo frente a eso y al cliente, fue que le fuimos dando importancia (… y) en determinado momento, a la semana de todo esto, decidimos con papá, llamar a un abogado porque a pesar de que tenemos todos los documentos, esto se fue de las manos por la bola de nieve que se ha formado”, remató.

LAS DENUNCIANTES

Marrero contó cómo fue atendiendo la temporada con su negocio, se completó la documentación que le faltaba, que era el sellado en Migraciones de una lista del personal que trajo a trabajar en el restaurante, y se enfocó en las denunciantes.

“Todo comienza con dos paraguayas que no habían trabajado conmigo en Asunción, habían trabajado menos de una semana aqui, porque me las habían recomendado”, afirmó.

Añadió que “ellas vinieron, no se hallaban mucho aquí en lo que era Punta del Este, una que extrañaba a su hija, bueno, que sí, que no, que me quedo, que me voy; un lunes vienen, lunes 28 (de diciembre) y me informan que renuncian, que se van”.

“Entonces plantean, queremos renunciar y nos vamos a ir el miércoles (30 de diciembre); todo esto salta porque ellas se ofendieron porque les dije que si ustedes renuncian hoy lunes, se tienen que ir hoy, porque esto no es un hotel”, repasó.

Ellas continuaron argumentando “no, porque tenemos ómnibus el miércoles; les dije en lugar de trabajar hasta el lunes trabajá hasta el miércoles, y te vas el miércoles, pero yo no puedo tenerte aquí dos días porque tengo que cubrir tu puesto de trabajo, son dos personas más en plena temporada”.

“Entonces, se ofendieron por eso, porque se tenían que retirar del recinto porque estaban renunciando; les pagué, recibí su renuncia de puño y letra gracias a Dios. No se olviden que yo también soy contador, y entonces les hice firmar su renuncia de puño y letra, cobraron sus haberes, su liquidación y se fueron”, redondeó.

Comentó que fueron “guiadas por alguien de aquí, de adentro de la empresa, al sindicato; el sindicato hizo su labor, está para eso, para regularizar los derechos del trabajador”.

“Y a través del sindicato hicieron una denuncia porque estas personas se pensaron que estaban ilegales acá en el país, se ve que existía un grado de ignorancia de ellas que no sabían que estaban en nómina de BPS como figuraban, (creían) que estaban como turistas”, observó.

Además expresó que "se ve que tienen algún tipo de conexión con alguno de los medios, junto al sindicato y junto al ministerio, comenzó a salir en los medios que había una posible trata de personas, que estaban encadenados en el fondo del restaurante, que había 10 paraguayos que yo pasé en mi 4x4 por la Aduana", recordó.

Acotó: "Me quieren explicar cómo hago para pasar 10 personas por una Aduana de forma ilegal, no sé, que alguien me explique porque la verdad que lo veo complicado".

Aclaró que “uno cuando entra al país generalmente le preguntan si entra como turista o en qué calidad entra; entonces se ve que se pensaron que tenían chance de hacer algún tipo de reclamo, y potenciadas por la abogada del sindicato tomaron opciones, reclamaron un salario de 64 mil pesos mensuales”.

“Está bueno trabajar de peón de cocina con un sueldo de 64 mil pesos mensuales, cuando ellas ganaban el mínimo del laudo del puesto del sector gastronómico el peón de cocina son 16 mil pesos mensuales, y el reclamo que hacen es de 64 mil pesos al mes que ganaban de sueldo”, afirmó.

También dijo que se le hizo una denuncia penal por lo que debió declarar en 15 opoprtunidades, donde se le preguntó si tenía a las trabajadoras encerradas, no permitiéndole salir y si les había retirado la documentación.

Recordó que también "citaron a todos los empleados del negocio que fueron a declarar, y la juez vio que no era cierto y que no era pertinente avanzar con esto, no existía el delito de trata de personas y maltrato laboral como decían".

Ironizó con que “después como siempre, hay que patear al arco, si el arquero es boyo (fácil), si pasa, pasa; lo que es daños y perjuicios, malos tratos, horas extras, reclaman todo, pero esas son cosas que es un detalle mínimo, es un pormenor mínimo, un gaje del oficio natural y ordinario de lo que es un local gastronómico”.

Al cerrar la entrevista sintetizó: “Entonces, bueno, sabemos que de repente se escucha una sola campana del problema, así que estamos tranquilos, se presentó todo, y ahora el abogado tendrá su labor”.



Foto: El Observador

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