Un hombre robó diversos objetos un “studhorse” y después en un almacén de la calle Vecinal 1, en San Carlos. Detenido y llevado ante el juez, fue procesado por “un delito de hurto”, informó la policía.
Un llamado al 911 dio cuenta días pasados que en la calle Vecinal 1 de San Carlos se había producido un arresto ciudadano en un bar del lugar. Cuando llegó personal de la Seccional 2ª de policía de San Carlos se encontró conque el arrestado ya no estaba.
La damnificada, propietaria del bar en cuestión, dijo que un rato antes habían visto salir del comercio a un individuo cargando bolsos. Esto no tendría nada de particular si el comercio hubiese estado abierto, pero no lo estaba.
Fue entonces que ella y algunos vecinos que veían la misma escena cayeron en la cuenta que le habían robado el bar. Los vecinos intentaron detener al desconocido y seguramente cuando creyeron que lo tenían se produjo la llamada al 911 que rápidamente se derivó a la Seccional 2ª de San Carlos.
El hombre, con bolso y a pesar de la inferioridad numérica, consiguió escabullirse de la pretensión de arresto ciudadano de los vecinos, y se fugó, pero dejó en la retina de los testigos muchos detalles de su fisonomía, los que fueron aportados a los funcionarios policiales.
Estos salieron a recorrer el barrio y no les costó mucho encontrar a un hombre que coincidía con la descripción aportada, C.S., cargando bolso.
Se le detuvo y una vez en la comisaría se pudo constatar que en el bolso llevaba varias botellas de bebidas alcohólicas, una pinza, una campera, una hielera, un perfume, una lata conteniendo fichas de póquer y otros juegos, tres banderas, fichas para jugar al pool en una tragamonedas, una remera, y un pareo.
LA GRAN INCÓGNITA
En el bolso también iban tres frenos de equinos, un cabezal, una boquera, un machete, y otros efectos, más vinculados al andar con caballo que a venta en comercio de cristianos.
Mientras los policías procuraban que el detenido confesara qué era todo eso, llegó a la comisaría otro vecino que dijo que tiene un “studhorse”, una caballeriza dedicada al cuidado y pensionado de caballos de carrera.
El hombre dijo que en el stud había entrado alguien que se había llevado varias cosas, y describió todo lo que C.S. llevaba en el bolso. Entonces el asunto se aclaró: C.S. había realizado dos robos, uno en el stud, y el otro en el bar, donde casi lo agarran.
Con las denuncias de los damnificados, con los elementos robados y, lo más importante, con el acusado de haber cometido el escamoteo, se notificó a la Justicia de San Carlos. C.S. fue procesado con prisión por haber cometido “un delito de hurto”. El auto de procesamiento, y tampoco la información policial, aclaran cuál de los dos robos no fueron tenidos en cuenta por la juez.