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Perille consideró que los organizadores del evento del sábado en la Calle 20, pasaron “por alto algunas cosas fundamentales”. Indicó que, cuando se hace el trámite ante el Municipio, se debe dejar en claro que se va ofrecer comida y bebida. Agregó que esto pasó, también, en un evento de karting que se realizó el domingo.

“Cuando la gente de la Calle 20 hizo el pedido, en ningún momento habló de comida. Cuando se hace el lanzamiento, aparece el tema de la comida y empieza a correrse el canon. Y nosotros dijimos: con este canon no trabajamos… Había que pagar cinco mil pesos por cada stand”, explicó.

Precisó que, en un evento privado que se cumple en la vía pública, sólo puede intervenir los Food Trucks habilitados, según la reglamentación municipal. “Los asociados nos retiramos de la negociación”, dijo.

Indicó que luego se volvió a discutir el tema con el Municipio de Punta del Este y se quitó el canon para este rubro. “Ahí fuimos a trabajar. En total somos ocho. Y fueron todos o casi todos”, señaló tras aclarar que ese día él no estaba en Maldonado.

Perille aclaró que se habló con los comerciantes de la zona. “El dueño de Los Caracoles quedó encantado… Hay que entender que no somos competencia”, manifestó.

Al hacerle notar que autoridades de esta empresa se presentaron en la Intendencia a hacer un reclamo por la autorización de los Food Trucks, respondió: “Eso me lo dijo la gente que estuvo en el evento. Yo no estuve. Pero todos quedaron encantados con la movida que se generó con el evento. No somos competencia, sino complemento”, insistió.

Frente a las quejas de algunos mozos de comercios establecidos en la zona portuaria, expresó que cada Food Trucks paga sus impuestos “como si fuera un restaurant. Es exactamente lo mismo que paga un restaurant”, aseguró.