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El robo de la vivienda fue advertido el lunes 15 de julio, aunque se pudo haber realizado ese mismo día, pero hasta entonces no se echó en falta nada de esa casa.

La investigación que iniciaron efectivos de la Seccional 8ª de Aiguá les llevó un par de días para dar con la otra punta de la madeja: quién había comprado los bienes a los desvalijadores.

En el medio quedó ubicar y detener a los autores del hecho, lo que se hizo en un abrir y cerrar de ojos; ahora los dos acusados esperan cómodamente instalados en la comisaría de Aiguá que el juez los reciba y les diga cómo seguirán sus vidas.

SE LLEVARON CASI TODO

Los habitantes de la casa del barrio El Tanque se dieron cuenta el lunes que les habían visitado personas ajenas a la vivienda, porque la puerta de acceso estaba hecha trizas. Seguro que para poder entrar en casa ajena.

Cuando vieron adentro, hubiesen preferido no ver: les faltaba un modular enterito, una cama, un colchón, un calefón, tres pares de zapatillas deportivas, ollas, calderas, platos, tazas, y por supuesto que los cubiertos. Como quien dice, quedaron sin nada.

Formulada la denuncia en la comisaría, los funcionarios a los que se encomendó investigar el caso empezaron a hacer averiguaciones; en pueblo chico todos se conocen y se sabe fácil quién anda cambiando de cama, ollas, calefón, tiene un modular nuevo, o luce zapatillas nuevas. Es más difícil saber quién anda usando cubiertos nuevos.

EN LA PISTA

Los investigadores, que además de ser buenos observadores deben ser buenos preguntadores, supieron que algunos de los efectos descriptos como robados podían ser iguales a los nuevos que estaban usando en otra vivienda de esa misma ciudad de Aiguá.

Allá fueron los efectivos a hablar con la dueña de casa, la que pronto se dio cuenta en el baile que estaba y les dijo la verdad: que todo lo que tenía nuevo se lo había comprado a un hombre conocido de la zona. Dio nombre, y filiación del hombre, así que no fue difícil llegar hasta él.

Con la investigación en este punto, los funcionarios policiales obtuvieron de la juez de Paz un mandato verbal para colocar en detención al imputado y ponerlo a disposición suya.

Con este respaldo del Poder Judicial, los investigadores fueron hasta la casa del hombre, lo detuvieron, y lo condujeron rápidamente a la comisaría donde quedó registrado como detenido vinculado a este caso de robo, a la espera que la juez lo llame a declarar.

De los interrogatorios a que fue sometido el hombre, este dijo que lo que había hecho lo hizo junto a una joven de 17 años, cuyos datos proporcionó.

Fueron a buscar la joven para trasladarla a la comisaría, y allí esperaba esta tarde el llamado de la juez para que les adivine y les diga el futuro de sus vidas.
(noticia en proceso)