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Un vecino harto de ver estas cosas sin hacer nada decidió, el 13 de septiembre, llamar al 911 para denunciar que en avenida Lavalleja entre Viana y Solis, había un hombre orinando en plena vía pública, y exhibiendo sin pudor propio o ajeno, sus partes íntimas.

Se envió de inmediato una dotación policial que constató la veracidad de la denuncia y procedió a detener al desinhibido individuo para trasladarlo a la Seccional 1ª, donde se le tomaron los datos y se lo metió en calabozo hasta que se pasara la mona que tenía arriba.

Es que la espirometría denunció que estaba pasado de alcohol, y presumiblemente también había consumido drogas, por sus reacciones.

Se notificó a la juez de turno y al fiscal del hallazgo, quienes determinaron que con sus datos bien confirmados, se esperara a que se le pasara el estado en el que fue detenido, y luego se le liberara.

En las últimas horas fue conducido nuevamente al juzgado para dar cuenta de sus actos. Revisado que fue el caso, la magistrado actuante hizo lugar al pedido fiscal de configurar la conducta del acusado como infracción al Código de Faltas, artículos 361 y 367 numerales 1 y 2 respectivamente del Código Penal en la redacción de la ley 19.120.

La figura escogida para aplicar la sanción al imputado, de quien no se proporcionaron datos de identidad de ningún tipo, es por haber cometido abuso de alcohol y estupefacientes y realizar las necesidades en los espacios públicos.

El pronunciamiento de la juez agrega que la infracción fue cometida en reiteración real, así que parece que se probó que no era la primera vez que el hombre hacía lo que hizo.

La información policial dice que el hombre deberá realizar trabajo comunitario por 15 durante dos horas. No se aclara si son dos horas en total, dos horas diarias, ni qué tipo de trabajo comunitario estará obligado a prestar, si no quiere ir preso.