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La historia comenzó el miércoles 24 de julio con un llamado al 911. Faltaban 20 minutos para la medianoche. Un vecino notó la presencia de dos hombres en las inmediaciones del cruce de las calles Santa Teresa y San Carlos, que despertaban sospechas.

Hacía frío y no eran horas para andar tomando el fresco, pero estos hombres parecían no tener un rumbo fijo, sino más bien que estaban haciendo algo, o esperando algo para hacer algo. Esto fue lo que movió la intranquilidad del vecino que optó por discar el 911 y avisarle a la policía.

PORTADOR DE SUBSTANCIAS
Efectivos del cuerpo de Radio Patrulla fueron comisionados a ir hasta el lugar a ver de qué se trataba. Al llegar no les costó nada darse cuenta quiénes eran los que habían despertado la intranquilidad del vecino que denunció, así que procedieron a cortarles el paso en tren de averiguación.

La indagatoria permitió establecer en un primer momento que se trataba de hombres con edades de 25 y 31 años. Una requisa un poco más a fondo descubrió que el de 31 años tenía entre sus ropas un envoltorio con una substancia que parecía ser cocaína.

Con estos datos y con la confirmación de que el polvo incautado eran 50 gramos de cocaína, estaban todos los elementos para ser trasladados a dependencias policiales, ya en calidad de indagados.

CON ANTECEDENTES, VUELVE A LA CÁRCEL
El hombre de 31 años resultó ser Marcelo Martín, y tenía un antecedente penal anterior que lo hizo cumplir pena por violación. Nada se informa sobre su acompañante, el hombre de 25 años, que desaparece de la historia después de la detención, lo que indica que no tenía antecedentes penales, y tampoco había cómo vincularlo a lo que estaba haciendo Martín.

Informado el juez en lo Penal de 2º turno, dispuso que le trasladaran a Martín a su despacho, donde encontró pistas que configuraron semiplena prueba de que había cometido un delito de tenencia de droga y no para la comercialización, por lo que ordenó su inmediato traslado a prisión.