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El segundo llamado del INR para operadores penitenciarios está abierto a través del portal uruguayconcursa.gub.uy y va dirigido a ciudadanos y ciudadanas mayores de edad de 18 años, sin tope de edad y con Ciclo Básico completo.

Aresche destacó que se trata de un cargo totalmente opuesto al del policía, que tiene la función de prevenir o reprimir. El operador carcelario, según los postulados del INR, es un funcionario que debe trabajar junto a los internos para su rehabilitación.

“El operador penitenciario tiene un rol totalmente desvinculado del de la policía. Está para rehabilitar, para humanizar la relación y hacer un vínculo más sano dentro del establecimiento”, comentó el subdirector, que lleva más de un año en Las Rosas y afirma que ni él ni sus compañeros han recibido ni un solo insulto ni ataque. “Jamás me faltaron el respeto. Vos no agredís a quien te quiere tender la mano”, sentenció.

En el caso de Maldonado, la convocatoria es para ocupar cargos en las subdirecciones de Seguridad, Administración y Tratamiento y sus diferentes quehaceres dentro de la cárcel. Los salarios oscilarán entre los 20.300 y los 25.386 pesos, dependiendo del grado en el que ingresen, por cuarenta horas semanales. Ingresarán, en principio, contratados por 18 meses.

UNA CÁRCEL COMO POCAS

Aresche aseguró que, desde que pasó a la órbita del INR, Las Rosas es uno de los pocos establecimientos del país que no tiene superpoblación. Hay 590 internos – 40 mujeres- que comparten celdas de tres con su propio baño.

También dijo que la atención sanitaria no es suficiente pero sí está bajo control. Los pacientes con tuberculosis o VIH reciben su tratamiento fuera del establecimiento y “no hay riesgos de epidemias”, sostuvo.

Paralelamente, se está “resignificando” la antigua cárcel, donde funcionará la Escuela de Oficios. Allí se instalará una herrería, una carpintería, una escuela de albañilería y otra de sanitaria, con materiales y docentes aportados por la IDM.

También se trabaja en mejorar las condiciones de espera de los familiares y amigos de reclusos en los días de visita. Si bien Aresche admitió que la situación no es la ideal, aseguró que han reparado los baños públicos y que se mejorarán las instalaciones para facilitar la espera.

Paralelamente, anunció que habrá un módulo nuevo para primarios absolutos, de puertas abiertas. “Se trata de habitaciones sin rejas para personas de máxima confianza, gente que puede haber cometido un error o accidente de tránsito”, detalló.

El régimen de convivencia es nuevo en el establecimiento, no tiene contacto directo con la cárcel y albergará a internos con características propias de aquellos que antes iban a la chacra policial de Pan de Azúcar.

(foto: subrayado.com.uy