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El Segundo Congreso Nacional Sudamericano por la Vida y la Familia, que se realizará del 22 al 24 noviembre en Punta del Este, generó el rechazo de grupos LGBTI y de dirigentes del Frente Amplio, luego que el Ministerio de Turismo lo declaró de “interés ministerial”.

La polémica se instaló luego que la Secretaría de Estado resolvió dejar sin efecto la resolución sobre esta actividad. En las últimas horas, se comunicó que el evento organizado por el pastor Jorge Márquez, líder de la Iglesia Misión Vida, no contará, finalmente, con el reconocimiento de la cartera.

COMUNICADO OFICIAL

El comunicado oficial explica que el pasado 7 de agosto se recibió la solicitud por parte del Centro de Convenciones de Punta del Este y que la cartera no tenía conocimiento en ese momento sobre "qué institución iba a llevar adelante el congreso". Pero agrega que "a estas horas, innumerables organizaciones de la sociedad civil manifestaron que esta actividad hiere profundamente su sensibilidad y podría entrar en contradicción con la política que desarrolla el Ministerio de Turismo".

Es así que la cartera, "analizando los nuevos elementos aportados, resuelve dejar sin efecto la declaración de interés turístico para el II Congreso Sudamericano por la Vida y la Familia" y también "abre un espacio de trabajo para la revisión de los procedimientos".

En este comunicado, el Ministerio recuerda que apoya y defiende la diversidad sexual y que integra “la Comisión Honoraria contra el Racismo, la Xenofobia y de toda otra forma de Discriminación”.

EL CONGRESO

Se informó que entre los expositores del congreso se encuentran activistas contrarios a lo que definen como "ideología de género", un término que abarca desde las reivindicaciones del feminismo a los reclamos de los colectivos LGTB (lesbianas, gays, trans y bisexuales). En Argentina, por ejemplo, estos activistas fueron férreos militantes en contra de la legalización del aborto y la implementación de educación sexual en las escuelas y primarias y secundarias, mientras que en Uruguay, a estos reclamos le suman su oposición a la Ley Trans, se apuntó.

Se indicó que uno de los oradores del Congreso es Álvaro Dastugue, diputado nacionalista que integra la denominada "bancada evangélica", presidente del sector Esperanza Nacional que promueve la precandidatura presidencial de Verónica Alonso, y yerno de Márquez. Otro evangelista, el expresidente de la Cámara de Diputados Gerardo Amarilla, figura entre los oradores.

También participará el argentino Agustín Laje, un licenciado en ciencias políticas y conferencista que se autodefine como "de derecha", autor junto a Nicolás Márquez del "Libro negro de la nueva izquierda", en el que vinculan al feminismo y la lucha por los derechos de la comunidad LGBT con el "neomarxismo". La participación de Laje en una conferencia organizada por Varones Unidos en el Palacio Legislativo en abril generó polémica y voces contrarias de quienes consideran que promueve un discurso "de odio".

POSTURAS DISTINTAS

La primera resolución del Ministerio de Turismo, que declaraba de interés esta actividad, mereció las críticas públicas del diputado comunista Gerardo Núñez y del coordinador de la Secretaría de Diversidad de la intendencia de Montevideo, Andrés Scagliola, entre otros.

“No podemos poner las formas por encima del contenido, cuando el contenido desinforma y promueve el odio y la discriminación, cuando es un retroceso a los avances que hemos hecho en materia de derechos”, dijo Núñez en su cuenta de Twitter.

En tanto, el diputado Dastugue anunció que llamará a la ministra de Turismo Liliam Kechichián para saber las razones por las que quitó la declaración de interés a este congreso.

“Se les está cayendo la careta y están demostrando lo intolerantes que son”, afirmó a Montevideo Portal diputado Álvaro Dastugue, luego que el gobierno le quitara el apoyo al Congreso Regional por la Vida y la Familia. El legislador dijo que el hecho de “no soportar otra idea” muestra el nivel de totalitarismo y recordó que cuando se realizaron congresos LGTB en nuestro país, ellos no lo cuestionaron, ni se opusieron.

“Llamamos a la ministra porque queremos saber cuáles son los argumentos o si no hay argumentos y se trata solo de grupos de presión”, afirmó.