Facebook Twitter WhatsApp

El profesor Díaz reconoció que fue una decisión drástica porque el ciudadano de ningún país desea perder esos vínculos de siempre, dejar sus familias, sus afectos. “Es la última decisión que uno puede tomar, porque como cualquier ciudadano de un país, no desea perder esos vínculos, mucho menos irse. Pero las situaciones que se van creando durante la vida, y las aspiraciones que uno quiere tener llevan a esta situación que es un poco penosa”.
Comentó que la idea de abandonar Cuba para siempre la tenían ambos desde hace muchos años, pero que a pesar de haber salido del país en infinidad de ocasiones, nunca estuvieron juntos como esta vez. Siempre estuvieron “controlados” por una especie de delegado administrativo. “Yo era jefe de delegación aquí, y en este caso pusieron un jefe equivocado”, dijo.
Agregó que, “Aguelmis es un atleta que ha sido invitado a decenas de competencias, y simplemente le dicen que no, o le vetan los papeles. Ese es uno de los motivos que lleva a la frustración, que los atletas no puedan cumplir su objetivo final”.
Además se refirió a las sanciones que reciben, que suelen ser muy duras, y dijo que la compañera de equipo que viajó a Uruguay, “puede que no salga más tampoco, es posible que sea sancionada”, aunque ella no sabía de la decisión de él y de Rojas de no retornar a Cuba.
 
LA DISTANCIA Y LA FAMILIA
En estos días, han estado en contacto con sus familias, y han recibido el apoyo “de todo el mundo”, incluso de otros atletas cubanos porque son demasiados los problemas que padecen. “Es la libertad de uno poder decidir, en que momento viajar, en que momento ir a una competencia; si uno tiene dinero y lo gana y puede invertirlo, cosas que no se pueden hacer”, agregó Rafael Díaz.
“Nosotros aspiramos a tener un poco más de oportunidades, lo que nosotros no podemos hablarlo, eso se comenta entre entrenadores, y por algo salimos mal en la Olimpíada. Cuba tenía aspiraciones de agarrar 10 medallas de oro y no las agarramos… pero las penurias que pasan los atletas de alto rendimiento son bastante fuertes desde el punto de vista alimenticio, de habitaciones. Un campeón olímpico tiene que compartir una habitación con otros atletas; baños en estado crítico, la mayoría de las instalaciones deportivas en Cuba son pésimas; lo que pasa es que el Estado se empeña en mantener todo el tiempo el deporte como un estandarte; y es bueno, no es malo, pero desearíamos desde acá luchar porque se mejoren las condiciones de los atletas en Cuba”.
Aguelmis Rojas por su parte, también casado y con un hijo, agradeció antes que nada todo el respaldo que ha recibido de muchos uruguayos. “Yo vengo con un sueño de realizar cosas que no podía hacer estando en Cuba; cosas que me limitaron mucho en lo que se refiere a un atleta cuando quiere participar en una gran competencia o quiere mejorar sus resultados. Siempre por cosas ajenas a un atleta, te ponen trabas, y no tenía forma yo de solucionarlo que no fuera dando este paso”, confesó.
Rojas participó en 15 competencias en varios países, y confesó que la idea de no volver a Cuba siempre estuvo en su cabeza, aunque quería tomar la determinación junto a su entrenador. “Había tenido resultados relevantes, en estos momentos era el primer atleta de fondo de Cuba desde el 2000 hacia acá, y salía con otros entrenadores; él (Díaz) no asistía, iba solo a las competencias, y a veces tenía hasta que entrenarme y atenderme solo. Y eso eran cosas dolorosas, y siempre se me fue martillando en la cabeza esto”.
Reveló que los deportistas no son tratados como se cree en otras partes del mundo, porque los atletas están divididos en tres categorías: los olímpicos y mundialistas, lo que han obtenido resultados Panamericanos y finalmente los que recién se inician. Dijo que la atención y la alimentación es diferente y que nunca comprendió como justamente los deportistas más jóvenes, en desarrollo reciben una alimentación muy diferente. “Se dividen en comedores A, B y C, cosa que no entiendo, porque se supone que el que viene empezando quiere llegar a ser olímpico, y si la alimentación de este atleta es baja, ¿cómo va a llegar?”, dijo el ganador de la Doble San Antonio en Piriápolis.
 
ACTOS SIN SENTIDO
El profesor Rafael Díaz explicó que tenían que retornar a Cuba el 11 de febrero, pero cuando se tomó la decisión de que la delegación estuviera en la Azotea de Haedo durante el acto de presentación del remozado banco en el que estuvieron sentados en 1961 Eduardo Víctor Haedo y el líder revolucionario Ernesto “Che” Guevera, no se animaron a tomar la decisión de irse del lugar donde se alojaban. “Tuvimos que asistir al acto y tomamos la decisión gracias a la situación, un día antes de la salida. Debemos reconocer que en todo momento fuimos muy bien tratados, en los más de 20 días que estuvimos alojados por la intendencia, pero también tengo que destacar el apoyo que nos han dado cuando decidimos quedarnos, ha sido increíble también”, agregó Díaz.
Ambos coincidieron en que les ha gustado mucho Uruguay, país del que tenían alguna idea y pudieron comprobarlo “acá”, lo que fue determinante a la hora de tomar la decisión de no retornar a Cuba. “La seguridad, la gente, el carisma del uruguayo, el nivel cultural que tienen ustedes y el paisaje tan bonito que tienen”. Ahora esperan por la documentación que les permita continuar legalmente en Uruguay. Ambos tienen pensado competir próximamente en San José, al tiempo que fueron tentados por la Federación Atlética de Rivera para competir oficialmente por aquel departamento.
Finalmente Roberto López, cubano residente en Maldonado desde hace 8 años, y quien fuera el primero en tener contacto con los disidentes, fue más crítico aún con el régimen de su país y desafió a aquellos uruguayos que enarbolan banderas en favor de Fidel Castro, a vivir en aquel país como viven los cubanos.
“Es muy duro, porque separarte de la familia es un golpe síquico tremendo. Es lo que explico siempre en la calle cuando me dicen ‘traidor’, porque me gritan pero no me interesa. Entonces cuando me gritan les digo, ‘bueno, pero alguna vez pensaste en separarte de tu hija, alguna vez pensaste viajar en balsa para Argentina, que te coman los tiburones”, explicó al justificar la decisión que él tomó y que han tomado otros tantos cubanos como los deportistas que se quedaron en Maldonado.
“Sin mezclar política, cada vez que escucho a alguien del partido que sea, porque la tengo bien clara y si le tengo que decir algo al gobierno cubano, se lo digo con toda facilidad, hablando de Cuba, no les presto atención; porque una cosa es hablar de la guerra y otra es estar en la guerra. Los que hablan de Cuba, nunca vivieron con un pan con agua y azúcar, nunca tuvieron que ir a un supermercado donde te dan un cuarto de pollo; nunca estuvieron en esa batalla de ideas, de presión, de tensión, en la diaria. Ese ómnibus que no sabes cuando van a pasar; ‘sí, si, empieza a hablar de Cuba pero tienes que estar en Cuba’; el uruguayo que vaya para Cuba no aguanta y no es que sean débiles. Allá no hay posibilidades de nada, estás dentro de una licuadora dando bandazos”.
La entrevista completa con Rafael Díaz, Aguelmis Rojas y Roberto López (cubanos disidentes), en REVISTA INFORMADA.
Redactado: R.A.