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Riveiro dijo que se están divulgando las normas técnicas “para que la gente no crea que, se sube al Buquebús en la mañana, y en la tarde obtiene la residencia en Uruguay. No es tan fácil. No es difícil, tampoco, pero hay normas en un país y en otro que hay que cumplirlas”.

Explicó que los argentinos lo que necesitan es “residencia permanente”, más que residencia legal, en un trámite que puede llevar seis o siete meses obtenerla.

Domínguez, por su aparte aclaró, que una cosa es la residencia legal y otra la fiscal. “Uno podría tener una y no la otra, o viceversa. En Argentina, para darse de baja, se necesita tener la residencia permanente en otro país, la legal”.

Precisó que esta situación no se da solamente en esta zona del mundo. “Es un problema mundial el trasiego de residencias de un país a otro. Pasa en Europa. Es común. En Uruguay, hay mucho brasilero que ha obtenido la residencia fiscal en nuestro país, porque le conviene”, explicó.

Destacó que actualmente se da con Argentina, porque el gobierno de ese país resolvió “gravar fuertemente a los argentinos que tienen dinero en el exterior”, con una tasa máxima de 2,25%. “Es nueve veces la tasa de 0,25 que tenían. Es demasiado. Y además se cobra un 35% por las ganancias en el exterior”, añadió.

De todas maneras, Riveiro señaló que el interés de los argentinos por radicarse en Uruguay no es de ahora, ya que se empezó a sentir “después de las PASO”. Consideró que el gobierno de Alberto Fernández ha intentado una reacción “ante la cantidad de gente que está analizando la posibilidad de una mudanza internacional”.

Sin embargo, apuntó que “muchas veces mudarse del barro es difícil. Y mudarse de país no es tan sencillo… Pero no hay ninguna duda que Uruguay no es Tailandia. No está del otro lado del mundo. Los argentinos lo conocen, vienen a veranear y se preguntan por qué no… Es estable, la democracia existe, tiene un dólar que no se mueve demasiado, un sistema de renta que grava únicamente los bienes en el país… Es muy importante”, destacó.

A su vez, Domínguez aclaró que no es que en Uruguay no haya impuestos. “Los hay y los van a tener que pagar”, aunque pueden tener algunos beneficios sin son residentes por primera vez respecto a las rentas pasivas en el exterior, que están gravados al 12%, sostuvo. De todas formas, indicó que en Argentina ese impuesto es del 35%, por lo que hay una diferencia significativa.

Además, no se paga en los primeros seis años, “lo que no es poco”, complementó Riveiro.

También resaltaron que hay un acuerdo con Argentina para evitar la doble imposición, por lo que, si hay tributos, que se pagan acá se pueden descontar en el vecino país, cumpliendo determinadas condiciones.