Alertan lo grave de la situación y señalan que puede pasar cualquier cosa. Existe más de un 35% de superpoblación, donde en celdas para tres conviven 6. Por razones presupuestales se recortó la comida y los reclusos bajaron de peso.
Los internos fueron interrogados por la justicia a partir de la denuncia efectuada a fines de junio por los tres defensores de oficio de Maldonado: María Eugenia Elso, Alicia de Lourdes Magnani y Roberto Arrospide.
Los funcionarios pidieron al juez que "se dispongan las medidas pertinentes a los efectos de salvaguardar la integridad física de la población reclusa del establecimiento carcelario" según informa EL PAIS.
Los tres defensores de oficio calificaron de "gravísima" la situación que viven los reclusos de Las Rosas.
La cárcel del paraje Las Rosas de Maldonado fue construida junto al antiguo penal e inaugurada como centro regional de reclusión en el año 2012. En la primera etapa fueron construidas 272 plazas. En ese entonces la nueva cárcel fue diseñada para albergar a 507 reclusos de Maldonado y departamentos vecinos.
Empero, en la actualidad la cárcel cuenta con 680 reclusos, un 35% por encima de lo previsto tres años atrás.
Esto lleva a que en una celda para tres reclusos convivan seis internos. Tres tienen que dormir en el piso. Están en un régimen de encierro que solo habilita dos horas diarias por semana para poder salir al patio, dicen los abogados defensores de oficio.
“Acá puede pasar cualquier cosa. Hay que tomar medidas desde diversos puntos de atención a los reclusos", afirman.
Los tres defensores de oficio fueron advertidos por el funcionario encargado de la logística de la cárcel que la partida de alimentos fue reducida por razones presupuestarias.
"La situación de la comida es muy mala, aunque mejoró en las últimas semanas algo respecto a lo que ocurría en junio cuando hicimos la denuncia. Por razones de presupuesto se pasó de mandar una tonelada de carne a media tonelada por semana. Esto afectó a muchos reclusos que bajaron de peso por no alimentarse como corresponde".
Los familiares de los reclusos de Las Rosas denunciaron que existen dificultades para poder enviarles comida y otros efectos.
En materia de atención médica las carencias abundan y existen varios reclusos afectados de diversas enfermedades complejas como HIV y tuberculosis, que tienen poco o ningún seguimiento de los especialistas, denunciaron los abogados defensores de oficio.
Las autoridades penitenciarias de Las Rosas obligan a los familiares de los reclusos a vestir determinado tipo de indumentaria. Esto obliga a los familiares y demás visitantes a alquilar pantalones de color en un mercado que funciona en un contenedor frente a la entrada de la cárcel.
El comerciante, un expolicía del penal, ofrece todo tipo de mercadería, inclusive Quiniela, Tómbola y Cinco de Oro, además de recarga de celulares.
También ofrece un servicio de custodia de mochilas y bolsas. En el contenedor hay mercaderías de todo tipo que son adquiridas para entregarlas a los reclusos.
Foto: EL PAIS