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Tras intensas negociaciones el texto fue aprobado por Diputados y luego pasó a la Cámara de Senadores. En esa instancia recibió nuevas modificaciones por lo que tuvo que volver a la Cámara de Representantes donde tiene que ser votado a "tapa cerrada" para que efectivamente se apruebe.


"Tiene muchas cosas buenas pero en esta oportunidad no tenemos la posibilidad de votar individualmente", explicó Cal en referencia a que, al funcionar como tercera cámara, los diputados solo pueden aprobar o rechazar todo el texto y no cada uno de los artículos como se hace en primera y segunda instancia.

Cuando los legisladores de la cámara baja trataron el proyecto por primera vez, Cal decidió no acompañar algunos artículos puntuales pero votó el proyecto en general. En ese caso no acompañó la propuesta de darle un US$ 1 millón a la Contaduría General de la Nación.

Ahora tampoco comparte el artículo que se aprobó en el Senado por el que los fiscales están inhibidos de trabajar como abogados o participar, una vez que dejan la tarea de fiscal, en "asuntos tramitados ante los organismos en las que cumplieron funciones, patrocinando o asistiendo a terceros".

Durante esos tres años —un año para los casos de fiscales penales— los fiscales que no hayan configurado causal jubilatoria tienen derecho a recibir un subsidio del 85% del total de haberes del cargo en actividad. "Le pagamos un salario innecesario a los fiscales", dijo y aseguró que está pensado para el caso de un fiscal al que ya no le aplica en referencia al exfiscal de Corte Jorge Díaz.


Este artículo había sido impulsado por Cabildo Abierto, el partido de Cal. "En el Senado se hicieron un sinfín de modificaciones", cuestionó.

De todos modos, el diputado destacó que hay algunos elementos de la Rendición de Cuentas que le parecen buenísimos como que no se le puedan cortar servicios básicos a aquellas personas que están en el clearing.













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