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“La realidad de nuestro club, como todos saben, no es ajena a las inundaciones… Hacía tiempo que no teníamos una inundación tan grande. Y las canchas, el predio y la infraestructura han crecido mucho desde entonces”, destacó.

“Si bien los daños no fueron muy grandes, salvo en la zona del baby fútbol –el riego automático de lo llevó todo, un arco y un alambrado- , las correntadas traen mucha mugre. Esos residuos quedan en el tejido olímpico que tenemos, que actúa como contención Por eso estamos lejos de poder jugar en nuestra cancha… La caminería interna quedó con pozos y hay ramas y escombros por todos lados. Hasta animales muertos hay en algunos sectores del predio”, agregó.

“Y nos organizaos para el domingo, los directivos junto con los socios y allegados, para hacer una jornada desde las 10 de la mañana y estar todo el día limpiando y ordenando nuestra casa”, desatacó.

“Y quiero señalar que los jugadores de la cuarta división dejaron de lado los entrenamientos y estos días están haciendo tareas de limpieza, sin que nadie se los pidiera”, manifestó.

Arias dijo que, además de la problemática propia de la institución, “estamos preocupados porque hay gente evacuada. Y más allá de la ayuda que estamos necesitando para nuestro predio, queremos aprovechar que mañana sábado se junta mucha gente por el partido ante Progreso y tratar de colaborar con donaciones para los damnificados”.