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Federico Curbelo fue hasta las oficinas municipales a preguntar dónde está escrito que los niños no pueden jugar a la pelota ni andar en bici en la plaza céntrica, ni los grandes pueden estar sin remera o poner los pies sobre los bancos.

Le contestaron que en ningún lado, pero que si no acata esas disposiciones puede terminar en la comisaría de enfrente a la plaza.

Ante semejante respuesta, Curbelo llegó al despacho del alcalde y le reiteró su pedido: "que dejen actuar a los músicos y artesanos, que vuelva la libertad a la plaza". Pero el alcalde le contestó que no. Que la plaza es de todos y tiene que comportarse como si estuviera dentro de la casa.

“Me preguntó si en mi casa hago lo que quiero y le dije que sí. Pero me dijo que en la casa de él no se hace lo que todo el mundo quiere. O sea, está poniendo en la plaza las normas de su casa”, comentó el joven artista, molesto por la situación.

Así que redactó una nota, que está mejorando con asesoramiento, para divulgar a través de Facebook junto con otros amigos que están de acuerdo con la movida.

Ya comenzó a recolectar firmas. La idea es que se pueda imprimir la nota desde Fabebook y todos salgan a buscar adhesiones contra la medida del alcalde.

“Esas decisiones las tomó el concejo municipal sin informar a la población, coartando la libertad de la gente ¿y nosotros tenemos que acatar?”, cuestionó Curbelo, dispuesto a patear el tablero a la autoridad.

Son disposiciones que “no están escritas en ningún lado, no pueden amenazarnos con que terminaremos en la comisaría por desacato”, argumentó.