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Un vecino se presentó el miércoles 1 de octubre en dependencias de la dirección de Investigaciones de la policía para formular una denuncia de robo. Dijo que el robo, en realidad, había ocurrido el jueves 25 de septiembre.

Del interior de su auto, que deja estacionado frente a su domicilio sobre la calle Guayanas, le habían llevado: un teléfono IPhone, una computadora portátil MacBook, una tableta IPad, un reproductor de múscia IPod, un GPS marca Garmin, un neceser con efectos de higiene personal, y una mochila negra donde estaban esas cosas.

Es de hacer notar que todos los equipos son de la más alta calidad en el mercado de la electrónica y sus valores son los más elevados.

El personal policial comenzó por explotar algunas pistas deslizadas por la víctima del robo, y obtuvo información adicional que les llevaba a la convicción de que el autor del robo se domiciliaría en una vivienda del barrio Los Colibríes.

Obtuvieron autorización judicial, y hasta allí fueron a realizar un allanamiento que confirmara la hipótesis. El allanamiento se realizó el jueves 2 de octubre con el apoyo del Grupo Especial de Operaciones, GEO.

Durante el procedimiento se procedió a la detención de un adolescente de 16 años, porque la mayoría de las cosas robadas estaban allí y era él quien estaba al tanto de ello.

Cuando los investigadores notaron que el teléfono IPhone no estaba entre los bienes hurtados del auto, preguntaron al menor qué había hecho con él.

El chico respondió que el IPhone con su cargador se lo había prestado a un amigo, del que dio datos para ir a por él. Avisada la sede judicial, y provista la autorización para proceder también con este allanamiento, fueron a la casa del otro menor, donde encontraron al muchacho y al costoso teléfono robado.

El chico fue llevado en averiguaciones, pero luego del paso por el juez hubo un solo procedimiento judicial en este caso, lo que indicaría que el menor no sabía que el IPhone era robado

El juzgado Penal de 2º turno dispuso en las últimas horas iniciar un procedimiento como adolescente infractor (equivale al procesamiento en los mayores), al chico de 16 años, como autor de un delito de receptación, que castiga a quien tiene en su poder bienes robados o de dudosa procedencia para sacar un provecho propio o para terceros.

La tipificación de receptación sugiere que no hubo pruebas suficientes para procesar al chico como autor de un robo.

El magistrado actuante dispuso que el acusado concurra al centro La Estación del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay, INAU, durante los próximos 60 días, tiempo en el se le realizará un informe social y psicológico que evalúe las condiciones de vida del muchacho. Hay plazo de 20 días para los resultados de este estudio estén en la sede judicial.

La policía aclaró que continúa realizando indagaciones vinculadas al caso, procurando ubicar los elementos robados que no fueron encontrados, investigación que podría dar un cambio fuerte al rumbo con que cerró judicialmente el caso por el momento.