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José, el niño de 10 años atacado el miércoles por un rottwailer en Maldonado Nuevo, se recupera favorablemente de las graves heridas que recibió en el cráneo. Está en el Pereira Rossell, donde fue sometido a dos intervenciones quirúrgicas: una reconstructiva y otra para limpiar la cabeza, que fue perforada por el animal, explicó la mamá.

Agregó que el pequeño tiene una fractura en el hueso del ojo cuya gravedad no ha podido evaluarse debido a la hinchazón, perdió parte del rostro, una oreja y no se sabe si también perderá el oído.
Olivera relató que el perro pertenece a una familia vecina, cuyo hijo era amigo del suyo.

“Iba a buscar al amigo y vio que el perro estaba suelto. Él mismo contó que no quiso correr porque lo iba a perseguir y se dio media vuelta y salió caminando despacito. Cuando me llamaron, el perro estaba con el niño de arrastro. Lo sacudía de todos lados con la cabeza abierta”, relató Olivera.

Afirmó que “no vio caras” pero sí a dos o tres personas que estaban paradas mirando la escena. “Una de ellas me gritó ‘no te acerques que te va a morder’, mientras al niño lo destrozaban”, comentó, indignada.

La madre se lanzó sobre el perro con una piedra e intentó separarlo, pero no lo logró hasta que un vecino se acercó con una pala y golpeó al animal en la cabeza. Con las manos, ella le abrió la boca para que soltara al niño. Por un momento lo logró, pero a pesar de los palazos el perro insistió y volvió a tomar al niño, recordó la señora.

Cuando consiguieron rescatarlo de las fauces del animal, lo cargó hasta su casa y lo apoyó sobre el capó del auto, mientras entraba a buscar documentos y llamar una ambulancia. En eso llegó la policía y los trasladó al hospital, desde donde el niño fue llevado de urgencia a Montevideo.

Olivera afirma que todavía no tuvo ningún contacto con los dueños del perro, quienes tienen su teléfono pero no se han interesado por la salud del niño. También afirmó que no han podido radicar la denuncia en la seccional de Maldonado Nuevo, justamente porque la dueña del animal es funcionaria en esa comisaría y les han puesto trabas para el trámite.

Además, lamentó que los policías que la atendieron le advirtieran que el dueño del perro había recibido amenazas de los vecinos y que “si alguien lo toca” los que irán presos son ella y su marido, los padres del niño atacado.

Olivera no pretende que sacrifiquen a este animal, aunque son numerosos los vecinos que habían pedido al dueño que lo mantuvieran atado, previendo lo que finalmente ocurrió. La madre de José quiere que “por lo menos se lo lleven lejos del barrio”, al rottweiler y a otros perros de razas consideradas peligrosas que conviven en el patio de la casa vecina.