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Esa noche, Lucía transitaba entre su casa en el barrio Jaurena y el helipuerto del sanatorio Mautone, cuando fue abordada por Moreno Arostegui, de 39 años, el cual pretendió rapiñarla. Ella se resistió y la estranguló.

Anteriormente había pretendido asaltar a una joven que logró escapar.

Uno de los elementos que resultó clave en el esclarecimiento fue el celular, ya que días después del hecho fue activado y la policía mediante su clave logró detectarlo.

A partir de allí, el sujeto tuvo en su poder el celular de Lucía, señalando ante la justicia que se lo había cedido otro hombre para comercializarlo, lo que –dijo- hizo en 800 pesos.

Ante esto, la policía en la mañana de este miércoles, detuvo al individuo apuntalado como entregador del aparato a Moreno.

En dependencias policiales negó que le hubiera cedido el celular y también aportó testigos que reforzaron su versión.

Asimismo narró que los hechos fueron al revés y que fue Moreno quien le ofreció el aparato, lo que fue ratificado por los testigos. Además hubo un dato que lo ubicó en la zona de los hechos ese día.

Tras esta fallida instancia trató de inventar otra coartada. Dijo que estaba cuidando coches en las afueras de las oficinas de un candidato a la intendencia de Maldonado y aportó la matrícula del último vehículo que se había retirado del lugar y el monto de la propina que le había dejado. La policía interrogó a este importante jerarca, el cual señaló a las autoridades que en esa jornada no había ido ningún dirigente al lugar en virtud que fue el día que asumió la nueva administración municipal.

Tras esta desesperada coartada, terminó admitiendo su relación con los hechos ocurridos, dando detalles y motivos de su accionar.

La justicia determinó el procesamiento de Diego Manuel Moreno Arostegui por un delito de "homicidio especialmente agravado"

También se resolvió que este jueves a las 15 horas se realice la reconstrucción del crimen.

Como se recordará el cuerpo de Lucía fue encontrado en la noche del viernes 10 de julio en unos arbustos ubicados próximos al helipuerto del sanatorio Mautone, en barrio La Loma. La causa de la muerte fue por asfixia, ya que tenía un pañuelo en el entorno de su cuello con el cual la estranguló y un pequeño puntazo abajo de su oreja. La joven faltaba de su hogar desde la noche anterior, ese mismo jueves cuando fue ultimada.

Al día siguiente este sujeto volvió a matar.
Ese viernes la víctima fue María Celia Zeballos, de 65 años, que fuera encontrada el sábado 11 de julio al mediodía por su hijo, en su vivienda del barrio Scalone. En este caso, Moreno, había ingresado a la vivienda para robar y fue descubierto por la mujer a la que golpeó y huyó. Hurtó dos puertas y una garrafa pero las cámaras de seguridad del centro nocturno de al lado lo delataron y marchó preso.

Actualmente venía cumpliendo su condena en la cárcel de Canelones, desde donde fue traído este martes para responder por este otro crimen.

Este sujeto en el pasado se desempeñó como chef en reconocidos centros gastrónicos de Punta del Este. La droga lo llevó a una situación de indigencia y para poderla comprar cuidaba coches o robaba. Vivía en una pequeña carpa en un baldío atrás del Macromercado en Bvar.Artigas y 3 de Febrero hasta que cayó por el segundo crimen, que fue el de la vecina de barrio Scalone. Del primero de los homicidos venía zafando hasta que en últimas horas las pruebas que reunió la policía lo acorralaron y terminó confesando. Ahora lo esperan muchos años en prisión.


Foto: Archivo