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García manifestó que siente “el privilegio de ser participes y testigos de la recuperación de una especie que estuvo a punto de extinguirse, que fue una de las especies más cazadas en la historia ballenera”.

Dijo que es importante sensibilizar y hacer noticia el tema, darle difusión ya que “resta bastante por hacer, todavía hay gente que no sabe que hay ballenas en nuestro país”.

Las ballenas francas se acercan a nuestras costas en la época de reproducción, cuando ya culminar la época de alimentación se dirigen a los sitios reproductivos. En el océano Atlántico están la península Valdez, Sudáfrica, el sur de Brasil y Uruguay como sitios de reproducción de este animal.

García sostuvo que no hay un censo que pueda determinar exactamente cuántas ballenas se acercan a la costa pero estima que son entre 40 y 80 ejemplares.

Además advirtió que cuando llegan aquí están en ayunas, por lo tanto es de extrema importancia el cuidado, no ocasionar estrés ni molestia, por eso trabajan en el turismo responsable.

La ballena franca puede llegar a pesar 60 toneladas, las hembras son más grandes que los machos, dijo García. Las crías nacen pesando alrededor de 2 mil kilos y midiendo 2 metros de largo. Crecen rápidamente para alcanzar un estado que les permita llegar hasta el sur para alimentarse en verano.

Estos ejemplares se pueden encontrar en la bahía en los meses de agosto, septiembre y octubre.

En la jornada de este jueves se realizó un paseo para el avistamiento de ballenas. García dijo que la idea que es esta empresa que está habilitada para dar estos paseos, mediante un curso obligatorio brindado por la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (DINARA), Prefectura, la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA) y el Ministerio de Turismo, continúe con estos durante toda la temporada.