Facebook Twitter WhatsApp

Según informa este sábado Infobae, Santos fue detenido en 2017 en el barrio porteño de Núñez en el marco de una causa en la que la Justicia de Uruguay investiga la supuesta promoción de la prostitución. Ahora, la Corte resolvió que como además de en Uruguay los delitos investigados se habrían cometido en la Argentina, Santos será juzgado por tribunales nacionales.

“La referida actividad delictiva investigada en jurisdicción extranjera era llevada a cabo mediante la captación de mujeres con fines de explotación sexual (...) en el contexto de promesas formuladas a las víctimas de una carrera de modelaje y que tenía como fases el reclutamiento en Uruguay, el transporte a Punta del Este y Buenos Aires, lugares de acogida en ambas ciudades y en Montevideo, todo ello con fines de explotación sexual como ‘precio de la fama’ que las víctimas debían ‘pagar’ para obtener el éxito profesional como modelo”, detallaron Ricardo Lorenzetti, Horacio Rosati y Juan Carlos Maqueda, los tres magistrados que firmaron la resolución.

De esta forma, y tras la apelación elevada por la defensa de Santos, a cargo de Alejandro Novak y Eugenio Blanco, el máximo tribunal argentino decidió “revocar la resolución apelada y declarar improcedente la extradición de Leandro Ernesto Santos solicitada por la República Oriental del Uruguay” y “dar intervención al señor Procurador General de la Nación interino para que haga efectivo el juzgamiento de Leandro Ernesto Santos en la República Argentina por los hechos en que se sustentó el pedido de extradición. Notifíquese, tómese razón, cúmplase y devuélvase al juez de la causa a los fines que correspondan”.

En agosto de 2017, Santos, de 35 años, que se encontraba prófugo en esa causa, quedó detenido en la intersección de las calles Ramallo y avenida Cabildo, cerca de donde vivía en Núñez.

Según la investigación judicial del país vecino, Santos, quien está acusado por el delito de proxenetismo, integraba una red internacional que se dedicaba a reclutar aspirantes a modelo.

A las jóvenes, el manager les habría hecho promesas de trabajo en el rubro, y así lograba sacarlas del país para luego hacerlas participar de una red de prostitución “vip” con clientes con alto poder adquisitivo y en muchos casos famosos, tanto en Uruguay como en Argentina.

La investigación comenzó en diciembre de 2010 por la denuncia de una joven que fue víctima de la organización y el 17 de febrero de 2012 Santos fue detenido. A la denuncia de la joven se sumaron otras tres de modelos que contaron ante la Justicia que habían sido explotadas sexualmente y dieron nombres de personas, boliches y de la agencia que participaban en la maniobra.

En esa oportunidad, Santos sólo pasó nueve horas tras las rejas gracias a la gestión de su abogado, Mariano Cúneo Libarona, que organizó una conferencia de prensa minutos antes de la aprehensión.

En esa conferencia que dio antes de quedar demorado, Santos dijo: “Es una injusticia esto que está pasando. Soy un hombre de bien. Tengo millones de modelos que hablan maravillas de mí y que trabajan hace varios años conmigo”. Y agregó: “Me arruinaron la vida. Una cosa así te deja mal. Gracias a Dios está el apoyo de la familia y de las modelos”.

De acuerdo a la investigación que estaba a cargo de la jueza uruguaya Graciela Gatti, la banda de la que Santos formaba parte reclutaba jóvenes tanto de Argentina como de Uruguay para prostituirlas con clientes dispuestos a pagar hasta 3.000 dólares con el fin de mantener sexo con ellas. Además armaba fiestas y otros eventos donde eran "colocadas" las modelos de alto poder adquisitivo.

Por el caso, fueron detenidos dos ciudadanos uruguayos y habitués de la noche de Punta del Este. Uno de ellos se encargaba de reclutar a los jóvenes y el otro a los potenciales clientes, mientras que Santos habría sido el encargado de evaluar físicamente a las candidatas.

Según una crónica de la revista Noticia, Santos cruzó el Río de la Plata, rumbo a Punta del Este. Durante varias temporadas de verano, el representante se instaló en el balneario top de la costa uruguaya, alquilo casas de grandes dimensiones y se paseaba por la noche junto a sus representadas.

Además, participó en varias fiestas en lugares y establecimientos de alto nivel de nuestra zona y en otros lugares clave de la movida esteña, que le permitían entablar contactos con importantes empresarios de ambos países.
En uno de sus viajes a Uruguay, Santos conoció a José Miguel Acosta, alias el Negro, un hombre que se transformó en ‘agente de modelos’ casi por casualidad y que desde hacía 15 años se había hecho un lugar en el ambiente de la noche de Montevideo. La relación entre ambos se estrechó y comenzaron a hacer negocios juntos. Negocios que no eran legales.

En febrero de 2012, la jueza Graciela Gatti (hoy ministra de Tribunal de Apelaciones) ordenó la detención de Acosta y de otro “agente de modelos” uruguayo, Roberto Rodríguez, alias Daniel, con antecedentes por proxenetismo, por su participación en una red de prostitución Vip en Uruguay y Argentina. Tras la indagatoria penal, la jueza dispuso el procesamiento con prisión de ambos por “un delito continuado de proxenetismo en reiteración real con un delito por trata de personas en la modalidad de reclutamiento con fines de explotación sexual y lavado de activos”.

Sin embargo, el testimonio de varias de las modelos reclutadas y las escuchas telefónicas recabadas durante la indagatoria penal apuntaron contra Santos.