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Durante poco más de una hora, apoyando sus afirmaciones con algunas gráficas, De los Santos hizo un balance de su gestión de nueve años al frente del gobierno departamental que anoche entregó a Susana Hernández. Destinó buena parte a repasar las políticas públicas de sus dos gobiernos para concluir que deja un departamento en mejores condiciones que el recibido.

“Invertimos más y fuimos más eficientes”, sentenció, tras repasar los resultados de sus políticas sociales, educativas, deportivas, culturales y sanitarias para “que se desarrolle el más apto y se generen oportunidades para los que menos tienen”.

Destacó la aprobación de ordenanzas en materia de ordenamiento territorial, de gestión ambiental y construcción; el apoyo a pequeñas y medianas empresas con fondos de garantía que alcanzaron a 250 proyectos; y medidas destinadas a al desarrollo local y productivo mediante la capacitación y calificación de mano de obra.

Defendió medidas tributarias como el aumento de la Contribución Inmobiliaria por franjas (avalado solo por la bancada oficialista) para aplicar el “concepto de redistribución de la riqueza basado en que quien tiene más debe aportar más”. También dijo que la ordenanza de retorno por mayor valor para los inversores en la construcción reportó a las arcas municipales un total de US$ 7 millones y afirmó que existen proyectos que generarían 18 millones más.

Reconoció la participación de blancos y colorados que autorizaron la venta de tierras públicas por US$ 25 millones de dólares para crear dos fideicomisos (el de vivienda que votó el partido colorado y el del Centro de Convenciones que votaron los tres).

De los Santos remarcó que en su gobierno no se entregó una sola vivienda “a dedo” y negó que se otorguen soluciones habitacionales a recién llegados al departamento ya que, según dijo, “para acceder a una vivienda hay que tener cinco años de residencia”.

También citó en su discurso medidas de “lucha por la convivencia y la seguridad” mediante la recuperación de espacios públicos. El Jagüel, La loma, el Parque Indígena eran tierras de nadie donde hoy departen personas de todas las edades, afirmó. Luego remarcó la importancia de las nuevas centralidades para la integración de la periferia mediante la creación de servicios en barrios como Maldonado Nuevo y Cerro Pelado, con la idea de que los habitantes del centro se sumen y participen de esas propuestas.

SIN RIESGO FINANCIERO

De los Santos se basó en datos del Instituto de Estadísticas y Censos para afirmar que en 2006 el índice de pobreza era del 20,5% en Maldonado, mientras que en 2013 bajó a 3.2%. También refirió que la tasa de desempleo en 2004 era del 20% y en 2013 estaba por debajo de la media nacional en el 4,9%, aunque reconoció que “hay problemas en 2014”. “Logramos las metas nacionales, pero hay que mantener el nivel de empleo”, advirtió.

Desde que asumió, el promedio de recaudación departamental creció y aumentaron los niveles de inversión, dijo. Informó que los mayores ingresos vienen de Punta del este y Maldonado pero reivindicó la decisión de transferir recursos hacia territorios más pobres para generar oportunidades de desarrollo local. Valoró, en este punto, el aporte de los alcaldes y particularmente destacó el de los cinco que representan al Partido Nacional.

En cuanto a las finanzas comunales dijo que cuando asumió se debían 47 pesos por cada 100 que se recaudaban, que en la actualidad la deuda equivale a 15 y que el año próximo será de 29 porque así estaba previsto. “El déficit en valores constantes es menor que el heredado, en relación a la recaudación es sustantivamente menor. No hay ningún riesgo financiero para el departamento de Maldonado y la Intendencia”, sostuvo De los Santos.

El intendente saliente remarcó que los resultados “positivos” no sólo dependen de su política de gobierno. También valoró “a los empresarios que arriesgan, a los trabajadores que luchan por su salario” y, en ese sentido, abogó por incorporar mayor tecnología y conocimiento en diversos órdenes productivos para aumentar la competitividad.

Habló, asimismo, de las medidas instrumentadas para mejorar la eficiencia de la administración. Repasó los resultados de la auditoría que permitió abatir el tiempo de pago a proveedores de la IDM, la implementación del expediente electrónico; y la unificación de la legislación departamental con el digesto municipal, el primero tras la salida de la dictadura. Se invirtieron US$ 9 millones de dólares en 250 unidades de los
diferentes niveles de gobierno, remarcó.

En otro punto de su discurso, insistió en la necesidad de trabajar en el concepto de regionalización. Se mostró a favor de que la minería “genere más oportunidades en las cadenas productivas” y de la pronta construcción del puente en Laguna Garzón para expandir oportunidades y aliviar el peso de la demanda de mano de obra en Maldonado.

LA UNIVERSIDAD, MÁS CERCA

De los Santos destacó que, mientras la población aumentó 17% en el período último intercensal, la matrícula de Secundaria en el departamento aumentó 31%. La matrícula universitaria, en tanto, pasó de casi 500 estudiantes en 2004 a 4088 en 2013, entre instituciones públicas y privadas.

El intendente, que varias veces recordó su origen de sindicalista y obrero de la construcción, abogó por transmitir a niños y adolescentes el mensaje de que hay que estudiar para llegar lejos y aportar al país: “predicar que el futuro depende de ellos mismos sobre la base de lo que estudien y trabajen”.

Dijo que donó parte de su sueldo para instalar la Universidad en Maldonado porque está convencido de que “el futuro del Uruguay depende de su preparación. No hay futuro en el obrero intendente o en el escolar futbolista”, enfatizó. Pidió, entonces, que la Universidad de la República esté “más cerca de las cadenas productivas y de los territorios locales” y reconoció al gestión del rector Rodrigo Arocena como verdadero artífice de la descentralización universitaria.

SIN 4 X 4 NI CAMPOS

De los Santos también remarcó la importancia de la política y los políticos para la democracia, pero abogó por la “transparencia” y por “evitar las corporaciones”. Sostuvo que sale de la intendencia de Maldonado con el mismo patrimonio con que asumió.

Dijo que entró sin campos ni estancias, sin empresas personales ni dentro ni fuera del país, ni emprendimientos inmobiliarios ni camioneta 4 x 4, aunque reivindicó el derecho a que cada uno satisfaga sus necesidades de forma legítima.

“No cuestiono los que llegan a eso porque la apuesta es que la gente satisfaga sus demandas. Pero pueden discutir en cualquier esquina que me voy con la única propiedad que ingresé”: su casa en San Carlos y un terreno en Maldonado Nuevo, citó. Además, ahorró un monto de dinero similar al que donó a la universidad durante su primer período de gobierno, con el objetivo de construir una casa en Las Flores para los tiempos de retiro. Y aunque sostuvo que siente que envejece rápido: “me encantaría volver a ser intendente de este departamento”, confesó antes de dejar el estrado, en el 5º piso de la intendencia.