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Brasil se enfrenta a uno de los casos más importantes en materia de corrupción en los últimos tiempos.

Un gran número de gobernantes y políticos de alto rango son investigados por hechos de irregulares en Petrobras.

Las últimas novedades al respecto establecen que la procuraduría de Brasil pidió esta abrir una investigación a los actuales gobernadores de los estados de Río de Janeiro y Acre, lo que amplía aún más el escándalo de corrupción que envuelve a la compañía estatal Petrobras y a decenas de políticos.

La fiscalía envió una solicitud al Tribunal Superior de Justicia para indagar la posible participación del gobernador de Río de Janeiro Luiz Fernando Pezao y del mandatario de Acre, Tiao Viana, en un esquema de sobornos que desvió cientos de millones de dólares a políticos y ejecutivos de la petrolera a cambio de contratos con constructoras.

Un comunicado del Ministerio Público Federal dice que la procuraduría también encontró indicios de crímenes de corrupción y lavado de dinero al ex gobernador de Río de Janeiro, Sérgio Cabral y el ex jefe de gabinete del mismo estado, Régis Fichtner.

El tribunal aprobó las solicitudes lo que dará inicio al proceso. La ampliación de la averiguación ocurre a menos de una semana de que la Suprema Corte aprobara abrir una investigación a 54 personas, la mayoría políticos de alto rango, como líderes del Congreso, una exjefa del gabinete de la presidencia y un expresidente.

Los gobernadores han sido mencionados como figuras claves de la fiscalía que investiga la enorme red de sobornos que se ha constituido en el escándalo de corrupción más grande descubierto en la historia del país.

El exdirector de refinería de Petrobras, Paulo Roberto Costa, mantiene que el actual gobernador de Río, Pezao, el ex gobernador Cabral, y el ex jefe de gabinete Fichtner actuaron conjuntamente para recibir unos 30 millones de reales (unos 9,6 millones de dólares) de empresas contratadas por Petrobras para la construcción de un complejo petroquímico.

Mientras tanto, el gobernador de Acre es acusado de recibir unos 300.000 reales (unos 96.000 dólares) en sobornos por empresas contratadas por Petrobras, también para su campaña. Debido a estar amparados por un fuero especial, los gobernadores serían procesados en una corte especial del Tribunal Superior de Justicia, uno de los máximos órganos del poder judicial.

La investigación agitó a la esfera política de Brasil ya que entre las personas indagadas se encuentran Eduardo Cunha, presidente de la Cámara de Diputados, y Renan Calheiros, presidente de la Cámara de Senadores. También son investigados el expresidente y actual senador Fernando Collor, quien fue obligado a renunciar a la presidencia por un escándalo de corrupción en 1992.

Cunha fue obligado a comparecer el jueves frente a una comisión mixta del Congreso que investiga el esquema, donde dijo que la procuraduría lo incluyó en la lista de investigados por razones políticos y negó las acusaciones de haber recibido sobornos de compañías contratistas de Petrobras.

En las fases previas de la investigación, los fiscales federales enfocaron el caso de corrupción a importantes empresas constructoras y de ingeniería que presuntamente pagaron más de 800 millones de dólares en sobornos y otros fondos durante más de una década.

El dinero supuestamente les generó contratos inflados con Petrobras, y la fiscalía asegura que parte de ese dinero llegó a los fondos de la campaña del Partido de los Trabajadores y de sus aliados.
Mientras tanto, cientos de miles de personas protestaron este domingo contra la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en la rambla de la playa Copacabana, en Río de Janeiro, en el marco de una jornada de manifestaciones convocadas en decenas de ciudades de todo el país y en el exterior.



Foto:FM GENTE (Prensa)
Fuentes: propias y portal "20 minutos"