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Su raid delictivo comenzó en la mañana del lunes 29 en Avenida Cabildo entre Cortes y Roosevelt, cuando una mujer que transitaba a pie por el lugar fue abordada por dos individuos en moto que le sustrajeron la mochila y se dieron a la fuga.

Poco después, en Camino Eguzquiza y Eduardo Franco, otra mujer que caminaba por el lugar fue sorprendida por dos individuos en moto. Optó por salir corriendo por el campo y uno de ellos la persiguió y le sustrajo la cartera.

Más tarde, pero siempre en la mañana del lunes 29, en Ruta 10 y Calle 28, otra mujer caminaba cuando dos individuos en moto la interceptaron, le arrebataron su cartera y emprendieron la fuga hacia el Balneario Buenos Aires.

La última víctima de la mañana del 29 fue otra mujer que caminaba por Camino a la Laguna, a la altura de calle Sagitario, cuando fue sorprendida por dos sujetos en moto que intentaron sustraerle la cartera.
Sin embargo, en este caso, la víctima forcejeó, cayó al suelo donde continuó el forcejeo hasta que los ladrones vieron que un auto se aproximaba al lugar. Esto generó la retirada sin lograr concretar el robo.

En la mañana del martes 30, en Avenida Camacho y El Salvador, nuevamente una mujer que transitaba a pie fue abordada por dos individuos en moto que le arrebataron su cartera mediante agresiones.

Otra mujer que caminaba por la Rambla Claudio Williman, también en la mañana del martes, de pronto sintió un fuerte golpe en la espalda y cabeza, lo que provocó su caída y entonces le arrebataron su cartera.

Por la tarde, también en la zona de Punta del Este, Gorlero y El Corral, una mujer que transitaba a pie notó que dos individuos en moto la perseguían.

Lograron abordarla y le dijeron que se quedara quieta, pero la víctima gritó y salió corriendo. Uno de los sujetos comenzó a perseguirla pero al ver mucha gente en la calle desistió y volvió con su compinche para darse a la fuga conduciendo la moto a contra mano.

Finalmente, en la tarde del martes, el dúo en moto abordó a otra mujer, esta vez en Av. San Remo y Roosevelt, y mediante agresiones le sustrajeron su cartera.

La identificación por parte de alguna de las víctimas así como el trabajo de análisis de las imágenes del sistema de videovigilancia por parte de los visualizadores del Centro de Comando Unificado fueron fundamentales para lograr capturar a Perdomo Sosa.

La justicia lo condenó como autor de cuatro delitos de rapiña agravados, uno de ellos en grado de tentativa, cinco delitos de hurto agravados, dos en grado de tentativa y un delito de receptación, todos en régimen de reiteración real.