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Araújo explicó que, para no afectar las actividades en el Campus, se adoptaron “medidas de emergencia transitorias” mientras realizan reparaciones con técnicos del municipio. Aclaró que no se trató de un problema con el agua de las piscinas climatizadas –“tanto las principal como la de matronatación están impecables”- sino de del servicio de agua caliente de las duchas.

“Hay cuatro tanques de 3.000 mil litros cada uno, bastante grandes, lamentablemente en absoluto estado de deterioro. En definitiva, venía funcionando uno y se estableció un funcionamiento transitorio, tomando medidas de precaución para los funcionarios calderistas, que con muy buen criterio acusaron y denunciaron lo que sucedía”, explicó el jerarca. Luego señaló que se intentará reponer uno de estos tanques y reparar otro en las próximas semanas.

Araújo cuestionó a la anterior administración, del nacionalista Enrique Antía, por no informar del “lamentable estado de deterioro” de las instalaciones deportivas que legó a esta administración. En ese sentido, Araújo dijo que se está realizando un plan de mantenimiento y reparación de la infraestructura y que también se instrumentó un plan de reposición.

“Teníamos las tres calderas que estaban prácticamente sin funcionamiento y hoy están en funcionamiento las tres. También están los trabajos con estos cuatro tanques, que nadie sabía cómo estaban y que encontramos absolutamente podridos”, indicó, a modo de ejemplo.

RIESGO EN PAN DE AZÚCAR

“Tampoco nadie nos avisó que en Pan de Azúcar los ductos de ventilación estaban todos para caerse, porque se les ocurrió ponerles tornillos de hierro y están absolutamente oxidados. Los tanques de combustible de esa ciudad están pinchados y había una pérdida de fuel oil porque no se les hizo el mantenimiento adecuado y se oxidaron. Lo mismo ocurrió con los tornillos de los ductos de ventilación, con riesgo de que se cayera alguno sobre los usuarios”, cuestionó Araújo.

Atribuyó este hecho a que el gobierno saliente no informó sobre el estado de los elementos que encontraría la siguiente administración. “Los gobiernos deberían informar, pero acá no fue así. Eso obliga a atender todo un proceso de inseguridad”, dijo. También señaló que esto afecta y “toca” al presupuesto porque las reparaciones y reposiciones cuestan mucho dinero. No obstante, Araújo subrayó que “con esto no se puede jugar”, por lo cual aplicarán estos planes y al mismo tiempo intentarán mantener los servicios.

El director aseguró que la situación fue solucionada en Maldonado, mientras que en Pan de Azúcar se trabaja para que en unos pocos días queden solucionados los problemas del ducto desprendido y de los tanques de combustible que se hallaban en “avanzado estado de deterioro”.

Redacción: M.R.
(foto: puntaweb.com)