Una mujer advirtió a la unidad especializada en Violencia Doméstica que su ex estaba incumpliendo una orden de restricción. Intervino una juez y procesó al violador de la orden, pero no le quitó la libertad, sino que restauró la orden con la que incumplía, informó la policía.
Facebook
Twitter
WhatsAppEl caso volvió a ventilarse a nivel de las autoridades a partir de que una mujer se presentó ante Violencia Doméstica y radicó una nueva denuncia escrita contra su ex pareja.
En la denuncia quedó constancia que ya había vivido un caso de violencia con su ex pareja, G.C., de 52 años de edad, a quien le habían impuesto una orden de restricción, es decir, prohibición absoluta de acercarse o intentar retomar algún tipo de vinculación con ella.
La mujer pidió ayuda. No hay duda que lo que la había terminado poniendo en esa situación era la formo como seguía actuando su ex pareja. Pese a la orden de restrcción, G.C. se presentaba en su trabajo, o en su domicilio. Muchas veces llegaba alcoholizado. Los “diálogos” que surgían de esos encuentros quedan librados a la imaginación del lector.
El caso fue comunicado a la juez Penal de 4º turno, la que dispuso el procesamiento de G.C. como autor de un delito de desacato, en clara referencia a que estaba incumpliendo una orden judicial anterior.
Pero la magistrado, con la evidencia delante de que el hombre está demostrando que poco le importan las órdenes de restricción que se le impongan, las reiteró mientras dure el proceso, con lo que seguramente transmitió la inseguridad a la víctima, más que al victimario.
18 May 2024
12:00
