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La joven llegó a la sede de la Seccional 10ª de Punta del Este entre las cuatro y media y cinco de la mañana del sábado. La atendió personal de la brigada de Hurtos al que le contó lo que le acababa de ocurrir.

Mientras caminaba tranquilamente por la península, al llegar al cruce de las calles 10 y 9 se le aproximó una moto Winner con motor de 125 centímetros cúbicos de cilindrada.

Mientras frenaba a su lado, uno de los ocupantes del rodado puso sus pies en el piso, le tomó una cartera que llevaba, volvió a trepar a la moto lo que coordinó con el momento exacto que el otro hombre puso al rodado en una veloz fuga.

CAPTURA
Con la descripción de los autores se salió a buscarlos bajo el supuesto de que no hubieran abandonado Punta del Este, o estuvieran cerca todavía.

La hipótesis dio resultado porque pronto dieron con una moto como la descripta por la damnificada, ocupada por un hombre que coincidía con una de las descripciones. Se procedió a intentar detener al motociclista, este se dio a la fuga, le persiguieron algunos metros, pero fue capturado.

El detenido, de 27 años de edad, pudo negar poco lo que había hecho, porque entre sus ropas los policías encontraron una cartera de mujer que contenía una cámara de fotos, un teléfono móvil, 1.200 pesos uruguayos, documentos diversos a nombre de la damnificada. No tenía ningún margen para aducir inocencia, y las evidencias explican por qué intento huir: sabía que ya no salía del lío en el que se había metido.

Trasladado a sede policial junto con la moto, se le interrogó y se supo que quién le acompañaba era un chico de 16 años de edad, al que se fue a buscar a la casa. El chico también fue trasladado a la sede policial, junto a un mayor responsable.

En la comisaría, y en presencia del mayor que le acompañaba, el chico confirmó todos los detalles de lo ocurrido.

Con el caso en este punto fue advertida la juez en lo Penal de 4º turno, la que dispuso el traslado de los imputados a su juzgado.

Revisado el caso en sus detalles, la magistrado se pronunció dictando el procesamiento de L.G. como presunto autor de un delito de un delito de rapiña agravada en concurrencia fuera de la reiteración real, con un delito de traumatismo. Esta última tipificación describe el golpe que propinó a la mujer para que le entregara el bolso.

L.G. deberá cumplir con prisión preventiva hasta que el caso judicial se complete, lo que ya fue cumplido.

La magistrado se pronunció también dictando el inicio del proceso como adolescente infractor, fórmula que es idéntica al procesamiento en los mayores de edad, al chico de 16 años como presunto autor de un delito de hurto según la tipificación del Código del Niño y el Adolescente.

Como medida cautelar hasta que se complete el proceso, la juez dispuso que el jovencito se presente en el Instituto del Niña y el Adolescente del Uruguay, para recibir orientación y apoyo mediante un abordaje multidisciplinario.

La juez fue muy clara que el abordaje del menor por los especialistas deberá realizarse partiendo del tratamiento del consumo de alcohol al que el chico ya está sumido. Su orden es que permanezca en ese tratamiento durante los próximos dos meses.