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Elinger remarcó que “hay razones más que valederas para que se deje sin efecto el adelanto de la hora” que el gobierno aplica entre octurbre y marzo como forma de ahorrar energía eléctrica. Basado en un informe de la CamTur, el edil sostuvo que con esta medida el Estado no ahorra dinero sino que lo pierde por una merma en la recaudación impositiva.

Explicó que el adelanto horario provoca una disminución de la facturación en diferentes actividades del sector turístico, que conlleva a una menor tributación. A modo de ejemplo, Elinger mencionó que el impacto en el rubro gastronómico de Punta del Este – que tiene unos 200 restaurantes- arroja pérdidas por US$ 10 millones por facturación.

La pérdida del turno de la hora 21, que no se repone, representa una baja en la facturación que se refleja también en la recaudación impositiva. “Hay una merma del IVA de US$ 2.376.000 y de IRAE por US$ 810.000”, citó el edil, al leer el informe. Y agregó que, por concepto de propinas, se pierden US$ 1.000.000 para los empleados.

También ofreció datos sobre el movimiento de cines y otras actividades que han visto mermados sus ingresos por el cambio horario. Señaló, por ejemplo, que en la temporada pasada los cines de Punta del Este vendieron 40.000 entradas menos que en la 2009/2010.

“La Cámara sostiene que si se extiende la situación a otros centros turísticos de verano, es muy sencillo deducir que la cifra que el Estado ahorra por este concepto es sensiblemente menor que lo que deja de percibir por concepto de impuestos de la actividad turística”, advirtió Elinger.