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En junio de 2016 la Brigada Departamental Antidrogas incautó el mayor cargamento de cocaína del que se tuviera registro en los anales departamentales.

Se trataba de 11.5 kilos de la sustancia que al caer la tarde del jueves 9 de junio viajaban a bordo de un Mitsubishi Eclipse verde que se dirigía hacia Maldonado y que a la altura del km 94.5 fue detenido por los efectivos de la brigada.

Los dos hombres que fueron detenidos en aquel momento, en lo que se denominó Operación Esmeralda, Fernando Alvarez Fernández de 48 años y poseedor de antecedentes penales y B.M.M. de 43 años y sin antecedentes, resultaron procesados con prisión.

Ambos eran de Montevideo y los ladrillos con la droga que transportaban tenían como destino abastecer bocas de la capital departamental y de Punta del Este.

Cuatro meses más tarde, la Brigada Departamental Antidrogas concretó otro duro golpe a una organización que abastecía distintas bocas de barrios de Maldonado, entre ellas una que funcionaba frente a la sede de los juzgados penales departamentales de segundo y décimo turno y otra frente a la Escuela 1 de Maldonado.

Esta operación se conoció como Ónix y luego de las actuaciones judiciales seis de los ocho detenidos fueron procesados con prisión, incluyendo al líder de la banda, Manuel Viera Alvez alias Lianza.

Lianza comandaba un grupo que recibía droga desde fuera de Maldonado y se encargaba de abastecer varias bocas de venta ubicadas en diferentes puntos de la ciudad de Maldonado.

Además de la prisión para Viera Alvez se determinó el encarcelamiento para varias personas que estaban al frente de esas bocas: Sebastián Ricardo Vizconti, Eduardo Damián Varela Machado y C.M.N.M., J.P.L.S. y G.A.M.N., estos tres últimos carentes de antecedentes.

Sin embargo las tareas de investigación continuaron porque como resultado de Esmeralda y Ónix, los efectivos de la Brigada Departamental Antidrogas obtuvieron un caudal de información que les permitió seguir durante estos meses la pista del líder de la organización que abastecía a los ya procesados y, eventualmente, a otros responsables de bocas de venta de droga.

Es así que las pistas fueron llevando hacia Leonardo Arnold Sarqui, de 40 años, poseedor de antecedentes penales y casado con la hija de Luis Mario Vitette, el conocido cerebro uruguayo del llamado "robo del siglo" al Banco Río concretado en Argentina en el año 2006.

Arnold Sarqui vivía en una residencia del barrio Jardines de Córdoba, próximo a Punta del Este y durante la pasada temporada abrió una joyería en el local 31 de la Galería Sagasti.

Casualmente, Vitette, radicado en San José de donde es oriundo, abrió una joyería en ese departamento lo que en su momento resultó sospechoso porque en el famoso robo del siglo se llevaron un grupo de joyas que no volvieron a aparecer nunca.

Fuentes consultadas por FM GENTE dijeron que no podían establecer relación entre el negocio de Vitette en San José y el de su yerno en Punta del Este pero que sí están convencidos de que la joyería esteña funcionaba como pantalla del verdadero negocio de Leonardo Arnold Sarqui: la negociación, comercialización y abastecimiento de cocaína en grandes cantidades a Maldonado.

Junto a Arnold Sarqui se detuvo a varias personas, entre ellos un hijo suyo de 17 años.

Finalizadas las actuaciones judiciales, se ordenó el procesamiento con prisión del líder de la organización, Leonardo Arnold Sarqui, imputado por un delito de negociación de sustancias estupefacientes (Artículo 31 del Decreto Ley 14294 en la redacción dada por el artículo 3 de la Ley 17016).

Asimismo fueron procesados María Eugenia Mendoza Salari, imputada de un delito de tenencia para no consumo, y un hombre de iniciales S.M.M., carente de antecedentes, imputado del mismo delito que la mujer.

Finalmente, al menor de 17 años, hijo de Arnold Sarqui, se le inició procedimiento como adolescente infractor y se le impuso arresto domiciliario.

Al momento de las detenciones la Brigada también incautó droga sintética, más de 10 sellos de LSD, unos 200 gramos de marihuana y un revólver calibre 38.

De esta forma culmina un trabajo de casi un año llevado adelante por la Brigada que implicó tareas de vigilancia e inteligencia, interrogatorios y una paciente recolección de pruebas ya que los hoy doce procesados integraban grupos que trabajaban con gran sigilo, cambiaban constantemente de vehículos y realizaban rondas para entregar la droga y otras para recolectar el dinero.


fotos: Ministerio del Interior