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Personal del servicio 911 recibió el pasado lunes 28 de abril una llamada en la que se daba cuenta que en un comercio de continuación Francisco Aguilar se había cometido un robo a mano armada (rapiña).

La mesa central de operaciones decidió enviar al lugar de inmediato a efectivos de la brigada de Hurtos de la Seccional 1ª. Cuando llegaron al lugar y dialogaron con los testigos del robo, los efectivos recibieron detalles de lo ocurrido.

Había entrado un hombre al comercio empuñando un arma de fuego. Exigió de forma imperativa que le entregaran el dinero que hubiera en la caja. Se le dio lo que había en ese momento, unos 2.000 pesos uruguayos.

Recibido el dinero, el hombre salió del local y se montó en la moto que mantenía un segundo individuo en la puerta con el motor en marcha. Los dos hombres se marcharon raudamente del local.

SE ACABÓ LA PLATA

Responsables de una pizzería ubicada en Ferreira Aldunate llamaron al 911 el miércoles 30 de abril para dar cuenta de que se acababa de cometer un robo a mano armada en ese local comercial.

Cuando llegó el personal policial y dialogó con los responsables de la pizzería, recibieron información idéntica a la del lunes en cuanto al proceder de los asaltantes. Eran dos, jóvenes ambos, uno esperó afuera con el motor de una moto en marcha, el otro empuñó un arma de fuego con la que exigió la entrega del dinero. Se marcharon los dos en la moto.

No extrañó a los efectivos policiales que las descripciones de los asaltantes fueron coincidentes en los dos comercios robados. Ahora la cuestión era ubicar a los ladrones.

Los efectivos policiales recibieron información el sábado 3 de mayo de que en el cruce de avenida Batlle y Ordóñez y Vialidad, habían unos hombres, algunos de los cuales tenían aspectos físicos y de ropas coincidentes con las de los asaltantes del supermercado.

Los policías que concurrieron al lugar realizaron la detención de dos muchachos cuyas descripciones coincidían con la de los asaltantes de los comercios, y también la de otro hombre de 19 años de edad que según la información posterior quedó desvinculado de estos casos.

CONFIESAN TODO

Conducidos a la comisaría, los menores admitieron que habían realizado los dos robos, y confesaron la forma cómo lo hicieron. Uno de ellos agregó que él había sido quién robó la moto en la que se movieron para realizar las rapiñas, una moto WinnerFair con motor de 110 centímetros cúbicos de cilindrada, que estaba reportada como robada.

La juez en lo Penal de San Carlos tomó el caso sobre el que se pronunció en las últimas horas con la decisión de iniciar a los dos muchachos de 17 años el procedimiento como menores infractores (equivalente al procesamiento en los mayores) bajo acusación de ser autores de dos delitos de rapiña en reiteración real. El delito está tipificado en el artículo 72 del Código del Niño y el Adolescente, y en los artículos 54, 60, y 344 del Código Penal.

La magistrado les impuso también como medida cautelar que fueran internados de inmediato en el Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente, Sirpa, por el plazo de 90 días. La información judicial y policial no dicen nada sobre el muchacho de 19 años detenido con los dos acusados.