Facebook Twitter WhatsApp

“Hacemos habitualmente fumigaciones pensando fundamentalmente en el aedes aegypti, pero las muestras que llevamos constantemente al ministerio de Salud Pública nos han dado siempre negativas”, dijo De Alava con cierto orgullo.

Explicó que las incautaciones más frecuentes de mercaderías a los vendedores ambulantes, son prendas de ropa, muchas de ellas presuntamente llegadas de contrabando, pero mostró cierta impotencia para poder actuar contra ello por las limitaciones que tienen para no avanzar sobre territorios que corresponden a otras reparticiones, como Aduanas o Prefectura. Indicó que con los ambulantes extranjeros el procedimiento es más difícil aún, porque casi todos trabajan desde vehículos, cuando llega el inspector lo cierran y no puede acceder a lo que contiene si no es con asistencia policial o de Prefectura.

Agregó que “ahora tenemos por cuestiones de la naturaleza, climáticas, por las condiciones que se han dado, una explosión muy fuerte del mosquito culex y hemos redoblado el esfuerzo para aliviar un poco esto que está teniendo que soportar la población”.

Pero, De Alava mostró preocupación fuerte en el tema del mosquito aedes aegypti. “Estamos haciendo fumigaciones con todo el equipo que tenemos de vectores volcado a eso; tenemos dos termo nebulizadoras aquí en la Intendencia, además de las mochilas, lo que nos permite trabajar con varios equipos a la vez”, explicó.

Manifestó que “estuvimos fumigando el barrio Hipódromo, la plaza de Maldonado, algunas cañadas, los parques; hoy (jueves 10 de enero) vamos a los vertederos previniendo la aparición del aedes que sí sería un impacto importante para el departamento”.

“Hay departamentos vecinos en los que ha dado positivo (el análisis de) las ovitrampas (para el aedes aegypti); si bien no tenemos el dengue autóctono aquí todavía, en la región sí tenemos presencia de aedes, tanto en Uruguay, como en otros departamentos”, describió.

Dijo que “eso es lo que más nos preocupa, y si bien considero que sería un impacto mediático que la gente viera a la Intendencia fumigando los canteros de (la avenida) Roosevelt, no es ese el objetivo de la división”. “Bueno, estamos en los vertederos (este jueves 10 de enero), donde no nos van a ver probablemente, pero consideramos que es mucho más importante”, en su lucha contra el transmisor del dengue.

“El mosquito culex es un insecto que tiene una metamorfosis completa de cuatro ciclos; la hembra pone alrededor de 200 huevos todos juntos, en canastitas que quedan flotando en el agua; después esos se transforman en larvas; después se transforman en una pupa; y recién después se transforma en el mosquito adulto”, refirió siguiendo el ciclo biológico del mosquito.

Sostuvo que “el producto que nosotros estamos usando con las mochilas actúa sobre las cuatro fases, o sea que cubrimos bien todo el ciclo”.

“Los productos son inocuos para el ser humano y para otros animales que no sean insectos, y es poco el rato que pasa desde que es pulverizado hasta que la gene pueda circular por esos lugares; por eso vamos temprano a los parques, entre las seis y media y las siete mañana, y en cuestión de una hora no hay más problema”, dijo.

Reconoció que “el único problema que pueden tener los seres humanos es si hay personas alérgicas, y el pulverizado de la termo nebulizadora le pueda afectar, pero en pocos minutos ya desaparece cualquier riesgo”.

“Hoy (jueves 10 de enero) nos quedamos en Maldonado, vamos a la cárcel de Las Rosas, recorremos toda la cañada de la Parada 32 hasta el (parque) Mancebo, y vamos con casi todo el equipo, porque es un lugar complicado, al arboreto Lussich”, informó.

Amplió que “el viernes (11 de enero) tenemos previsto acudir al municipio de Aznares, que nos llamó pidiendo apoyo porque tienen un festival de música este fin de semana, y vamos a estar el viernes (11 de enero) temprano en toda la zona alrededor del polideportivo y el parque que está atrás del municipio”.

“Ya está coordinado que a la vuelta lo haremos fumigando la zona oeste, alrededor de la terminal de Piriápolis, la cañada, más hacia el norte barrio Country y el Selva Negra, castillo de Piria, el vertedero que está cerca, el vertedero del kilómetro 103, el parque Zorrilla en Pan de Azúcar, y hay un pedido del municipio de fumigar alrededor del comedor”, avisó.

Tranquilizó con que “la fumigación es efectiva entre una semana y 15 días, por eso se debe programar la repetición de estas tareas; por ejemplo, el vertedero lo hicimos el 26 de diciembre, y volvemos hoy”, jueves 10 de enero. “En diciembre fumigamos las 124 palmeras que tiene Punta del Este porque aparece el gusano de las palmeras”, acotó.

CONTROL EN LAS PLAYAS

De Alava dijo que han recibido denuncias sobre la colocación de sillas y sombrillas en las playas guardando lugares próximos al agua. “Tenemos un equipo dentro del cuerpo inspectivo destinado a controlar las playas; damos, por la reglamentación actual, a los edificios autorización para poner hasta cinco sillas o reposeras vacías, que no pueden estar a menos de 10 metros del rompimiento de la ola; esto no es una privatización del lugar: si hay un vecino que llega y quiere instalarse entre estas sillas, puede hacerlo y nadie se lo puede impedir”, anotó.

Reveló que “el año pasado pusimos varias multas a edificios por el incumplimiento de esta norma, pero este año por fortuna hemos logrado una mayor comprensión; si bien hemos tenido denuncias y hemos constatado algún tipo de infracción, nunca se llegó más allá de una notificación porque hasta ahora todo el mundo acata lo que los inspectores han indicado”.

ROPA INCAUTADA

“El mayor problema que tenemos con los vendedores ambulantes es que cuando les entregamos el carné habilitante les entregamos el código de conducta que establece las reglas claras bajo las que van a trabajar; no pueden estar estáticos en un lugar vendiendo, o, por ejemplo, no pueden estar alrededor de Los Dedos a menos de 50 metros”, dijo.

Afirmó que “hace unos años hicimos un acuerdo con una asociación de vendedores extranjeros, y pusimos un tope, 12 (vendedores extranjeros) por año; pero es más difícil de controlar porque muchas veces actúan sobre vehículos y cuando nuestros inspectores quieren actuar nos cierran la puerta del vehículo y debemos recurrir a la Prefectura o la Policía, y a veces con Aduana, para ver lo que tienen en el baúl”.

“Lo más requisado a los vendedores ambulantes, por lejos, es ropa; en la segunda infracción se les retira el carné de vendedor ambulante y no se devuelve”, aseguró.

De Alava afirmó que no hay denuncias por precios de paradores o incumplimientos de estos a las normas. “Los incumplimientos que se constatan son corrimientos de lugar; por ejemplo, los paradores tienen una zona de exclusión de unos 100 metros en los alrededores, que no es una privatización, sino una norma mínima para que inviertan y trabajen; excepto el vendedor ambulante que pase dentro de esa zona”.

“El martes (8 de enero) tuvimos que ir a la playa Chihuahua a correr los carteles porque hubo una denuncia de que el parador había avanzado hacia la zona de playa y hubo quién le corrió los carteles; cuando fuimos, bromeábamos preguntando si el que había corrido los carteles estaba vestido o no”, narró con humor.

Afirmó que “sigue vigente una zona donde se puede bajar con perros; el lunes (7 de enero) se puso nueva cartelería (en Punta del Este) informando la existencia de la zona; ahora estamos concentrados en el tema de los mosquitos; hemos repartido folletería sobre la zona de bajada de mascotas”.

La Intendencia recibe entre ocho y 10 llamados diarios por ruidos molestos desde Punta del Este.

“Cubrimos el 100% de las demandas, con una demora no mayor a los 20 minutos; nunca nos pasamos de los 30 minutos en actuar; podremos o no solucionar el problema, porque hay gente que está en una fiesta y prefiere pagar una multa a bajar el volumen, pero tomamos carta en cada caso en menos de media hora” desde el momento de la denuncia, concluyó. “Pero la zona más complicada por ruidos molestos es La Barra (de Maldonado), que corresponde al municipio de San Carlos”.