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La detención de dos muchachos de 18 y 19 años que estaban ensuciando con su discutible arte de pintadas todos los bienes que se le ponían por delante, públicos y privados, sobre la avenida Roosevelt, motivó una audiencia que se realizará el próximo jueves 12 de octubre, donde se resolverá sobre lo que ellos hicieron.

Laventure participará de esta audiencia como denunciante por el Municipio de Punta del Este, y explicó el contexto en el que observa el problema, que ya había motivado tomar la iniciativa para pararlo como fenómeno que aparenta seguir creciendo.

HAY UN PLAN

Laventure dijo que “estamos a tiempo de pararlo, recuperar el uso de los espacios públicos, porque asociado a esto están también los actos de violencia, está la utilización de las plazas para actividades que nos son las lógicas que lo hacen es que la familia deje de concurrir a las plazas, a los espacios públicos, a los espectáculos deportivos, porque los van tomando y van dejando (a la sociedad) presos en sus propias casas”.

“No nos podemos resignar a eso, hay que rebelarse, y de alguna manera esto tiene que ver con todo eso”, convocó.

Dejó ver que este episodio le dio la posibilidad de sacar a luz el resultado de una convocatoria que hizo el municipio a los actores de los liceos de la zona, alumnos, docentes, autoridades, padres y administrativos, vecinos, y que entre todos se elaboró un plan que se está poniendo en marcha.

“Dentro de las cosas que están planificadas y vamos a tratar de llevar adelante, primero es (realizar) alguna jornada de recuperación de esos espacios con la colaboración de la gente”, comenzó explicando.

Aseguró que ya está instrumentado para que vayan “a colaborar los muchachos de Beraca, alumnos de los liceos, el de Punta del Este y los liceos de la zona, por supuesto con la colaboración del municipio y otras organizaciones para recuperar algunos muros, tratar de ir recuperando, en parte por lo menos, todo el daño que se ha causado”.

Los muchachos de los hogares de Beraca son jóvenes que están siendo ayudados a cortar con adicciones de diverso tipo, en sistemas de convivencia o de soporte muy estrictos.

SÓLO RECUPERAR NO SIRVE

Laventure analizó que “también lo hablábamos en esa reunión, hay otras dos cosas que son fundamentales, porque no nos podemos quedar únicamente en la recuperación para que mañana vuelvan a pintar o a realizar otros actos”.

“Entonces, queremos convocar a los jóvenes y a los no tan jóvenes que se dedican a esto, porque creo que hay que hacer una separación, están los que podemos llamar artistas urbanos que expresan su arte en grafitis o en cosas que de repente no en el lugar adecuado pero donde uno ve un trabajo”, dijo.

Añadió que “con ellos queremos hablar, queremos integrarlos, queremos generar jornadas o lugares donde ellos puedan expresarse, creo que eso está bueno, puede ser un atractivo y se puede transformar en un atractivo”.

“Contra lo que estamos, y ahí sí todos tenemos que estar, es contra lo que no es arte, es el destruir por destruir, es esa moda de poner la firma en todos lados”, denunció desde otra posición, evidenciando más molestia por el hecho.

Subrayó que con la más absoluta seriedad que “a esta altura, como venimos en una escalada, ya no son los muros, son los frentes de las casas, las camionetas de reparto, o los autos; yo decía medio en broma medio en serio, si uno se queda un rato parado quieto en una esquina, mucho rato, lo grafitean a uno; es un tema que nos preocupa”.

UNA REBELIÓ DE TODOS, TAMBIÉN DE LAS AUTORIDADES

Laventure convocó finalmente, a una rebelión social contra este tipo de expresiones. “El otro día surgió el tema de desalentar, del arresto civil, pero además de que todos los que actúan en el territorio con un poco de autoridad también se comprometan en el tema”, avanzó.

Convocó a que “es la policía, la Prefectura, son los inspectores municipales, los inspectores departamentales, la guardia de seguridad, toda la gente que está en el territorio en la medida que asuma el compromiso por lo menos de hacer la denuncia (al 911 o al municipio o a la intendencia), o de actuar o desalentar”.

“Porque la mayoría de las veces, podrá haber alguna excepción, en estos casos, no se está hablando con delincuentes, son gente que está haciendo algo que está mal, pero que no le va a pegar un balazo si le dice ché, déjense de jorobar, no pinten esto”, completó.

El alcalde de Punta del Este incluyó en su reflexión una desmitificación de la raíz de estos actos: “Alguien decía, ‘ah estos siempre son chiquilines marginales, o de un barrio equis’, y la verdad es que esos pomitos, los spry esos (que usan) no son baratos; así que también debe de haber un tema de que no es únicamente estigmatizar a nadie, sino que lo que hay es un deterioro en normas básicas de convivencia”.