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J.J. García remarcó especialmente que P.G. no tuvo amenazada a su familia como trascendió en la noche del lunes y que llegó a la casa de Ocean Park y se bañó, comió y luego se quedó sentado al lado de una estufa hasta que las autoridades arribaron al lugar.

Durante la charla con los periodistas, ya que pidió no salir al aire, se quebró varias veces y contó cómo era su hijo antes de usar drogas aunque señaló que no podía precisar en qué momento P.G. había comenzado a consumir.

“Era un chiquilín agradable, que todo el mundo lo quería” repitió y recordó que cuando se dieron los sucesos en torno a la muerte de Alejandro Von Graevenitz el joven le había manifestado “que se estaba comiendo un garrón”.

“Vos tenés un hijo hoy y lo agarra la droga y dentro de tres meses es otro” dijo García con lágrimas en los ojos.

“Hay mucha gente que te sale a apuntar con el dedo” contó luego pero también se mostró agradecido con la cantidad de clientes y amigos que llegaron hasta su negocio para brindarle apoyo tanto a él como a su esposa. “Es gente que sabe el tipo de persona que soy” agregó.

Además contó que se cruzó el lunes con la madre de Koni en el juzgado del Chuy, cuando se sustanciaron las declaraciones y antes de conocerse la muerte de Claudia Von Graevenitz, y que le pidió que entendiera que “él también es padre”.

“Yo lo que quiero hacer entender es que no fue mi hijo el que los mató, fue la droga, mi hijo está enfermo” volvió a repetir y recordó momentos en que P.G. compartía con amigos y familia, lejos de involucrarse en otro tipo de ambiente.



foto: P.G. trasladado por la policía, por Marcelo Umpiérrez