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El propietario de una vivienda ubicada en la calle Ascheri de San Carlos denunció al 911 que le habían entrado en la casa y le habían robado. La denuncia se hizo en torno a las nueve de la mañana de este domingo 15 de septiembre.

La denuncia telefónica fue transmitida por la mesa central de operaciones a personal de la Seccional 2ª de San Carlos, donde se constituyó una comisión policial para concurrir a la casa robada a recabar información.

El damnificado les contó que el o los intrusos consiguieron entrar en la casa después de romper el candado que aseguraba una puerta.

Una vez adentro, el o los intrusos se habían alzado con una valija para viajes, un televisor, y dos perfumes. Aunque estos bienes no tienen nada en particular diferente a los que existen en cualquier hogar, fueron ellos los que entregaron al autor.

TAMBIÉN EN LA ESCUELA

Mientras los funcionarios de la Seccional 2ª tomaban bajo su control la investigación del robo en la casa de la calle Ascheri, una mujer se presentó en la comisaría para presentar y formalizar una denuncia de robo en la Escuela Nº 80.

Los funcionarios, basados en su experiencia de investigación, iniciaron una búsqueda de pistas que les condujera al o los autores de estos robos. No había hipótesis de que hubieran sido realizados por los mismos autores, pero tampoco descartaban esa posibilidad por la coincidencia temporal y el monto relativamente escaso de los botines.

Pronto tuvieron pistas de que había un hombre que se había ubicado en un galpón abandonado de la estación de Ferrocarriles del Estado, AFE.

Las informaciones recogidas les indicaron que un indigente, o una persona con graves carencias económicas como para alojarse en un galpón abandonado, mostrara una valija para viajes, y ropa tan diversa.

Era cuestión de ir a ver lo que indicaba esa información. Y, efectivamente, el hombre tenía esas supuestas pertenencias a la vista en un galpón abandonado.

DETENIDO PERO NO PROBADO

Bastó pedirle explicación sobre la procedencia de esos bienes para que los efectivos policiales que investigaban concluyeran que seguramente estaban ante el autor de los robos.

Decidieron detenerle y llevarle a la comisaría en condición de imputado de uno o dos robos en San Carlos en las horas anteriores.

En la comisaría se comprobó que se trataba de D.K.P.M., un hombre que tenía antecedentes penales anteriores. Se avisó al propietario de la casa de Ascheri que podían haber encontrado al autor del robo de su vivienda.

El propietario se presentó, reconoció las pertenencias encontradas como suyas, y formalizó la denuncia por escrito, lo que habilitó a que la juez en lo Penal de San Carlos fuera informada.

La magistrado tomó el caso bajo su responsabilidad, revisó los detalles, los interrogatorios, las denuncias, y las pistas recogidas, y se pronunció decretando el procesamiento de D.P. por un delito de receptación (recibir a cualquier título mercadería robada o mal habida, para sacarle un provecho propio).

También ordenó que cumpla prisión preventiva mientras se completa la instancia judicial que determine el futuro definitivo de D.P.

La tipificación de un delito de receptación indica que para la magistrado no se pudo probar que D.P. fue el autor de los delitos, pero sí que había motivos legales para procesarlo de la forma descripta.