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La soledad es una enfermedad que puede golpear mucho más duramente a las personas que las adicciones. Una señora de Maldonado, de quién sólo se supo que es “mayor de edad”, simuló este fin de semana haber padecido un secuestro.

Quienes estaban en un comercio del barrio El Placer el fin de semana se sorprendieron al ver llegar a la señora, semidesnuda, con cuerdas atadas a sus muñecas, pidiendo ayuda.

La mujer, muy acongojada, dijo que la habían querido secuestrar. La primera reacción de los presente fue avisar por teléfono a emergencias policiales, de dónde se enviaron funcionarios policiales hasta el comercio.

Simultáneamente, el comando de operaciones policiales del departamento montó un sistema cerrojo en la zona de Playa Brava, donde la mujer habría sido abandonada por sus captores, o se habría fugado de ellos. La intención del cerrojo era evitar que los secuestradores fugaran del lugar.

ATENCIÓN Y CONFESIÓN

Mientras se montaba la respuesta policial al intento de secuestro, la señora fue atendida de inmediato. Lo primero que se optó fue por ponerla en manos de un médico forense que trazara un cuadro de la situación que enfrentaba la presunta víctima y aconsejara los procedimientos a seguir para darle soporte en esta situación.

El forense sólo constató que la señora había experimentado algunas lesiones, leves, pero descartó que hubiese sido objeto de violencia sexual.

La señora fue trasladada a la comisaría mientras se informaba el caso al juez de turno, donde terminó confesándole a los funcionarios que la atendían que todo no había sido más que una simulación para llamar la atención de su familia.

El juez deberá determinar los pasos a seguir, y la mejor forma cómo la sociedad, a través de su resolución, puede acompañar a esta señora a resolver un problema que la llevó a este extremo que terminó por desbordar su control y sacudir a la sociedad misma.