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El caso se inició el martes 22 de julio con una vecina de Maldonado que se presentó a la Seccional 1ª de policía para formalizar una denuncia de robo. En la denuncia estableció que su computadora, una Lenovo, marca moderna de la vieja IBM, y un modem para comunicarse con ella a internet, la había llevado y la dejó en casa de una amiga.

Explicó que la casa de la amiga está en el barrio Los Colibríes, y que cuando necesito hacer uso de ella, la computadora había desaparecido. La denunciante estampó en la su imputación una convicción personal: que creía que el autor del robo podía haber sido el hermano de su amiga.

Al día siguiente de formalizada la denuncia se presentó en la misma comisaría una señora acompañada de su hijo. La mujer dijo que venía por este caso de la desaparición de la computadora Lenovo.

La mujer expresó con dolor que su hijo padece de problemas psiquiátricos. Los funcionarios policiales, avisados de esto, indagaron al hijo sobre qué había tenido que ver en la desaparición de la computadora.

El hombre manifestó que se la había vendido a otro hombre por 400 pesos que necesitaba para comprar estupefacientes.

El caso con estos detalles fue comunicado al juzgado en lo Penal de 10º turno. La juez que se hizo cargo se pronunció en las últimas horas dictando el procesamiento de F.T.M. (iniciales de nombre y apellidos), de 34 años de edad, el que no tenía antecedentes penales, y de V.H.P. de 29 años, como autores de un delito de hurto.

La magistrado, atendiendo el cuadro social de los dos acusados, les eximió de cumplir con prisión preventiva mientras se completa el proceso judicial hasta que haya una sentencia que confirme la acusación o les libere de todo cargo.

Sin embargo, aplicó como medida substitutiva la obligación de que el hombre sea sometido a un tratamiento psiquiátrico con apoyos que se le proporcionan, y este tendrá que presentar las constancias periódicas que está cumpliendo con el tratamiento y evidenciando avances.