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Por eso Zubía insiste en modificar el Código Penal y ciertos conceptos jurídicos para ponerles límite, aunque reiteró su postura contraria a bajar de la edad de imputabilidad penal. Opinó que la legislación es "tan benigna" que los menores que no internalizan valores, tienen una sensación de impunidad y omnipotencia y no les importa la vida humana. "No son monstruos, no son diferentes a otros ni vienen de otro planeta. Son muchachos que están en un caldo de cultivo, de falta de límites y no solamente por el tema drogas", indicó.

El fiscal explicó que no se trata de una pérdida de códigos, sino de la suplantación de los antiguos por otros más nuevos, que están dados por la flexibilidad legal. "Las formas de relacionarse entre los humanos tienen siempre una razón de ser. Hace por lo menos dos años que veo que el tirar primero y el sacar la plata después está ingresando en un nuevo tipo de código operativo de los adolescentes", remarcó.

"¿Y por qué cambiaron los antiguos códigos de exigir el dinero primero y solamente usar un arma de fuego ante la resistencia de la víctima? Porque los antiguos delincuentes tenían claro que si cometían un homicidio durante una rapiña los períodos de internación que iban a sufrir eran muy serios."

"Hoy la legislación posibilita que el chico entre a un comercio al grito de "soy menor". Grita porque en esa brevísima sintaxis está diciendo "hay un código de la niñez y la adolescencia que dice que tengo que estar el menor tiempo posible internado, si es que voy internado, y que además podré salir en cualquier momento... Está dando una lección jurídica, es el nuevo código que se integra en esas pequeñas palabras. Entre ellos se comenta: 'si te agarrran, no pasa mucho'", contó Zubía.

SÓLO UNO DE CADA CUATRO ACTÚA DROGADO

Según calculan los actores judiciales, el consumo de drogas tiene una incidencia de una cuarta parte en los delitos. "Lo que hay es una legislación que posibilita la acción de estos muchachos sabiendo que, más allá de los casos gravísimos, pueden recuperar la libertad en unos pocos meses", precisó.

El fiscal es partidario de poner una internación mínima de un año para los delitos con violencia sobre la persona. "Hoy no existe un mínimo de nada y si el juez quiere puede mandar a un muchacho por homicidio para la casa".

En segundo lugar, planteó que no exista la posibilidad de salir de una internación en cualquier momento, cuando un informe psicológico favorable del INAU lo establezca en cualquier momento. "Todo es el saque libre, se puede hacer lo que se quiera, y eso hay que modificarlo".

Cambiar también el concepto de que la internación debe ser la última de las medidas y que será por el menor tiempo posible. "Estamos poniendo el carro por delante de los bueyes con esa filosofía de que todo es lo mínimo. (...) Hay que modificar esa filosofía que trata a los adolescentes infractores como si fueran personas que no pueden hacerse cargo de sus actos. Mo estoy de acuerdo con la baja de la edad de imputabilidad pero hay sí una conciencia que les permite hacerse cargos de sus actos. Las sanciones son aflictivas y el ser humano se tiene que basar en que hay límites", advirtió.

La instalación de tribunales especializados, audiencias únicas que permitan acortar tiempos son otras modificaciones jurídicas que a juicio de Zubía deberían aplicarse.

(foto: Gustavo Zubía /Unoticias.com)

Escuche la entrevista con el fiscal: