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Andrade agregó el FA está presentando cuatro precandidatos “nuevos”, lo que a su juicio “es una señal de renovación política muy importante”.

“La izquierda necesita más que nunca articular su línea con los movimientos sociales que históricamente defendió… No podemos abandonar la batalla cultural. No se trata sólo de hablar de administración. Tenemos que ser capaces de empoderarnos con otras sensibilidades, de identificarnos con la lucha por la desigualdad, por la igualdad de género, con el movimiento cooperativo y de economía social… En realidad son las referencias que nos hicieron nacer como fuera política”, destacó.

Manifestó que “en el plano continental se demuestra que, si no resuelve esos dilemas, se acrecientan las posibilidades de restauraciones neoliberales que después terminan pagando las amplias mayorías populares”.

Consultado sobre que es “lo diferente” que está proponiendo, el precandidato puntualizó que “hay en escenario diferente al que teníamos en 2004. Uruguay llegó a tener un 20% de desempleo abierto y hoy tiene un 8%... No es igual, Y había 900 mil trabajadores registrados en la seguridad social y ahora hay un millón y medio. Supongo que no es igual para los 70 mil uruguayos que lograron acceder a una operación de ojos, a la que antes no accedía. O para la cantidad de gurises que hoy estudian en la universidad en el interior del país, que pasaron de 800 a cuatro mil. O para lo que acceden al boleto estudiantil gratuito, al plan ceibal o al matrimonio igualitario… O para la mujer que hoy puede decidir qué hacer con su cuerpo y antes no podía. O para quienes entienden que hay en el país un cambio en la matriz energética”, señaló.

Admitió que “es cierto que hay demandas que con atendibles desde el punto de vista del trabajo y de una sociedad menos violenta”, dijo que hay que abordar es problemática “con la comunidad, con una sociedad organizada. La violencia también es una manifestación de la fragmentación social. Y tenemos que darnos cuenta que ahí hay temas que nos interpelan”.

“Yo soy de los que entiende que estos períodos de gobierno del FA han cambiado para bien las cosas para la gran mayoría”, resaltó. Agregó que no quiere volver a un modelo como el que tiene Paraguay hoy, “que intenta captar inversiones ofreciendo salarios de hambre y recortando derechos laborales”.

Dijo que el programa del FA es “muy claro” y establece, entre otras cosas, que hay que duplicar la inversión en vivienda y establecer un sistema de becas en Secundaria para propiciar al continuidad educativa de los alumnos más vulnerables. “Es muy claro respecto a cambiar la matriz productiva”, en materia de formación profesional y de mejoras en el sistema de salud, apuntó.

“Hay un conjunto de desafíos que están en el programa del FA, que son nuestros desafíos”, afirmó.

Destacó que, además, está intentando impulsar trasformaciones de acuerdo a las diferentes características regionales del país. “Maldonado es un departamento que siempre ha tenido una fuerte dependencia del turismo y la construcción. Son dos actividades que están muy relacionadas al peso del turismo de Argentina, que hoy se ve resentido como producto del desastre que está haciendo Macri allá… Hay una mirada de país que tiene que atender las particularidades. Esto es entiende que el país es uno, pero hay lugares que, por diversas circunstancias, a veces atraviesan situaciones muy difíciles”

“Maldonado tiene una historia, en la izquierda, que mucha veces no ha logrado escapara a la polarización de dos grandes dirigentes… Valiosos los dos. Pero, de determinada manera, esa polarización no siempre es el mejor escenario para la izquierda en el departamento. Estamos tratando de contribuir para generar espacios que tengan como centro, fundamento y horizonte la unidad de los frenteamplistas en el departamento”, remarcó.