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“En este año nosotros estamos atendiendo un promedio de 60 casos mensuales acá en Maldonado, y un promedio de unos 50 casos en las localidades”, dijo, cifras de donde salen dos casos diarios en la ciudad departamental, y tres casos cada dos días en el resto de Maldonado.

Aclaró que “son casos que aparecen nuevos y se atienden mujeres que comenzaron, que se presentaron al servicio, y que están haciendo todo un proceso de salida, por lo tanto, van todas las semanas a atención psicológica”.

¿QUÉ NOS ESTÁ PASANDO?
“¿Qué nos está pasando?” Esa pregunta se formuló Smeding en el transcurso de la entrevista, y la usó como doble disparador, para poder contar lo que están haciendo, pero también para dejar en evidencia el drama que es inabordable.

“Detrás de esas mujeres en situación de violencia también aparecen los niños vulnerables, los niños que están siendo abusados sexualmente, siendo violentados psicológicamente, físicamente”, dijo, contextualizando la situación.

Admitió que “Maldonado no tiene preparados equipos técnicos que atiendan a esos casos más allá del equipo que tiene el INAU (Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay)”.

“Nosotros estamos en este momento con 53 niños tratando de hacer redes con el INAU sobre todo para ayudarlos también a ellos en cambiar su forma de vivir, en tener los derechos más iguales al resto de los niños”, afirmó, en su peculiar forma de decir.

Observó que “es un tema que preocupa porque cuando aparecen casos como fue muy público el caso de Yamila (Rodríguez), son niños que lamentablemente viven desde muy temprana edad alguna forma de violencia”.

500 SUICIDIOS AL AÑO
Smeding siguió dando cifras de esta realidad: “Nosotros en Uruguay tenemos unos 500 casos de suicidios de jóvenes (al año) que van entre los 12, 13 años, hasta los 27, 28, 29 años, y eso es por la forma de vida que han venido viviendo desde que nacieron, prácticamente”.

“Nosotros, si hacemos denuncia en lo Penal, tenemos que tener ya un proceso con la mujer andando para que pueda haber una solución real”, señaló.

Afirmó que además “hacemos las denuncias en los jueces de (Derecho de) Familia en lo cual la primera medida es la quita de hogar del violento, y después trabajamos con el INAU también”.

“El INAU también es el organismo rector de todas (las) formas de violencia contra los niños, y tenemos que trabajar mancomunadamente con el INAU; de hecho, el INAU también está desbordado de casos”, reveló.

Dijo que “hemos hablado con el director del INAU (Javier Salsamendi) en la cual hay veces donde no se puede, no se sabe cómo seguir porque estamos desbordados”.

“Pero, bueno, va por ahí, trabajar con ASSE (Administración de los Sistemas de Servicios de Salud del Estado), con el INAU y con la justicia”, avanzó.

SIN SEGUIMIENTO, SIN PERSONAL, SIN DINERO
Smeding reveló otra arista del problema: no existe posibilidad de hacer un seguimiento de cómo sigue la vida de las mujeres y los niños que son ayudados a salir de situaciones de violencia doméstica.

“Ahí realmente tenemos un vacío, tenemos un vacío porque no tenemos suficiente capacidad humana, recursos humanos, para poder seguir con los procesos de salida”, ubicó.

Indicó que “el servicio nuestro acompaña a las mujeres, (y) la realidad nos ha dicho que tenemos que poner también énfasis en los niños, y niñas, y adolescentes, pero no tenemos ni recursos económicos, ni recursos humanos para poder acompañar y hacer el proceso de salida de estos chiquilines”.

“El tema del presupuesto en el área nuestra también juega su papel; nosotros hacemos los presupuestos a principios de la gestión y después podemos movilizarnos e ir cambiando algunos dineros que teníamos destinados para esto cambiarlo para lo otro, pero no mucho más”, expuso.

Con tono resignado, dijo que “estas son cosas que surgieron al andar, que se han hecho muy visibles últimamente, sobre todo en este último año, cuando uno va avanzando y va trabajando el tema, y se va involucrando con Primaria, con Secundaria”.

“Ahí vemos, detectamos otro tipo de violencia en la que no estamos preparados para seguir, bueno, pero que es un objetivo y una meta a cumplir”, declaró.

Como si procurara relativizar el dramático esbozo hecho, prosiguió: “Acá en Maldonado hay una comisión departamental de lucha contra la violencia de género y generaciones, en la cual está participando ASSE, el INAU, el ministerio del Interior en la unidad de Violencia Doméstica, la intedencia, el Mides, Inmujeres (Instituto Nacional de las Mujeres), la sociedad civil toda”.

“Hay todas las instituciones, BPS (Banco de Previsión Social), (ministerio de) Vivienda. Estamos en esa comisión, están representadas todas las instituciones y la sociedad civil para trabajar y avanzar en estos casos”, resumió.