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Marita vivía en el piso 7 del edificio Torre Maldonado. Había firmado una novación con el Banco Hipotecario del Uruguay (BHU), junto a 10 vecinos más, para comprar en cuotas un apartamento de tres dormitorios en ese edificio. Al principio (años ’90) cambiaba 200 dólares para pagar la cuota de su apartamento hasta que eso ya no alcanzó y comenzó a cambiar 600 dólares: “Mirabas el recibo y decía 4 UR (unidades reajustables) y lo demás eran intereses”.

El apartamento estaba valorado en 4000 UR por lo que llegó un momento en que Marita se dio cuenta que esa deuda no iba a tener fin y que nunca sería dueña del apartamento: “Me fui al Banco Hipotecario en Montevideo y les entregué la llave”.

Eso que hizo Marita en jurídica se llama “dación en pago”, es la acción de entregar un bien a cambio de saldar una deuda. Aunque para ella fue “regalar” los 44 mil dólares que ya había pagado.

Cuando fue al BHU le dijeron que la Asamblea era la encargada de recibir la llave por lo que, hasta que eso no sucediera, ella seguiría siendo responsable “de que no lo ocupe nadie y de seguir pagando impuestos, primaria, gastos comunes, etc.”

“Cuando me lo recibieron ahí recién quedé libre de la hipoteca”, expresó.

Supo después que ese apartamento estaba tasado en 60 mil dólares y que si el banco le hubiese hecho una oferta podría haberlo terminado de pagar, ya que le faltaban solo 16 mil. Sin embargo perdió todo el dinero que pagó.

Tampoco optó por hacer un traspaso por las condiciones del banco: “No era fácil hacer un traspaso, si yo le vendía a alguien igual era responsable con mi hipoteca hasta que otra persona ingresara totalmente su carpeta y se la aceptaran. Por eso no podía arriesgar siquiera a hacer un traspaso por las condiciones del banco”.

“Eran una usura los intereses”, dijo. “Ahora han ido cambiando las cosas, creo que un día la gente compra y deja de pagar”, agregó.

Este miércoles el proyecto de ley vea la nota anterior que da solución a 24.000 familias que como Marita eran deudoras en UR obtuvo la media sanción en el Senado y se prevé que Diputados también la apruebe. De esta manera se pondrá fin a los altísimos intereses y esas familias podrán finalmente ser dueñas de sus viviendas.