Facebook Twitter WhatsApp

La docente informó que “la semana pasada comenzamos el trabajo previo al inicio de cursos. Y nos encontramos con un liceo que está teniendo una matrícula mayor que la cantidad de chiquilines que puede contener”.

Destacó que el centro está apto para 400 alumnos “y en este momento estamos teniendo una matrícula de 800 estudiantes, aproximadamente”.

Agregó que “hay grupos que rebasan los 35 estudiantes. La mayor problemática se encuentra en los grupos de segundo, pero estamos proyectando que los grupos de primero ya tienen encima de 30 estudiantes”.

Dijo que el número de estudiantes indicado, por cada grupo, es de entre 25 y 28 alumnos.

Por tanto, informó que “el cuerpo docente decidió no iniciar las clases hasta tanto no se tengan las condiciones adecuadas… No sólo la creación de grupos, que es lo que le exigimos al Consejo (de Secundaria). Se creó un grupo nuevo de segundo, con lo que estaríamos en 30 estudiantes por cada grupo. Esto quiere decir que, si siguen abiertas las inscripciones, esos 30 van a aumentar”, adelantó.

Mangiarotti aclaró que los docentes concurren, cumplen sus tareas y atienden las inquietudes de los padres, ya que el liceo está abierto, pero no están dictando clases.

Destacó que, además de la superpoblación, al centro “le hacen falta salones, bancos, pizarrones. Y nos faltan adscriptos. Ahora hay dos adscriptos por turno. Cada uno debe tener cuatro grupos a su cargo. Acá tiene seis o siete”, señaló.

Además, señaló que “no tenemos baños aptos, el techo se nos llueve... Por suerte hay padres que están apoyando, que vienen a cortar el pasto, a cambiar cerraduras, a arreglar cisternas. Pero necesitamos más ayuda y una respuesta del Consejo”.

“hasta el momento hemos conseguido un solo grupo más y 48 horas de apoyo a la adscripción”, lo que significa que el año que viene se va a repetir el problema, porque no se crean los cargos.